Con un Mark Ruffalo en estado de gracia, La innegable verdad se convierte en una de las grandes miniseries de este año. Agobiante, claustrofóbica y dolorosa son alguna de las etiquetas que mejor definen a esta producción de HBO. Os dejamos con nuestra crítica de la serie La innegable verdad de HBO.
Sinopsis
Miniserie de 6 capítulos que narra, de forma fragmentaria, la dolorosa e interminable vida de Dominick y Thomas, en la que la esperanza y la felicidad hace tiempo que han desaparecido.
Supone la adaptación de la novela ‘I Know This Much is True’ de Wally Lamb.
Crítica de la serie La innegable verdad de HBO
La innegable verdad es una serie que puede no ser del agrado de todo el público. Esta miniserie coloca al espectador en un ring y confiriéndole el papel de sparring, mientras la historia de los gemelos Dominick Birdseyy Thomas Birdsey (Mark Ruffalo) te van golpeando de forma continuada. Siendo cada golpe más doloroso que el anterior. Lo cual llega a ser un arma de doble filo.
Un poderoso drama
Por un lado, toda esta desgracia que ahoga a los gemelos ayuda o permite desarrollar un poderoso drama en el que se da pie a que luzca en todo su esplendor Mark Ruffalo, aspecto que se comenta más adelante. Por otro lado, en determinadas ocasiones ese uso reiterado del dolor, exprimido hasta la extenuación, da la sensación de ser excesivo. Pornografía sensiblera para que el espectador empatice cuanto antes con los protagonistas y comparta su dolor y angustia.
La dirección de Derek Cianfrance
Quizás la intención de su director, Derek Cianfrance, es sumergir al espectador en esa atmósfera tan opresiva en la que viven ambos hermanos. Obviamente, todo ello dependerá de la actitud del espectador a la hora de enfrentarse a la serie La innegable verdad de HBO. De todos modos, en mi opinión ese matiz de reiteración se manifiesta en contadas ocasiones, pero que sí saltan a la vista. Realmente me interesa la historia de los dos gemelos y sobre todo, la forma en la que me la está contando Cianfrance.
Todo acompaña a esa carga dramática
En parte, porque el director entiende perfectamente lo que demanda la historia y la forma, mediante el uso de imágenes, que mejor se adapta a ella. Por ejemplo, se hace un uso reiterativo de primeros y primerísimos primeros planos de los personajes (de hecho, me atrevería a decir que son los tipos de plano que dominan en la miniserie) para enfatizar esa sensación de agobia y asfixia de los personajes. Otro aspecto que destacar en la serie La innegable verdad de HBO es el uso de tonalidades frías en la fotografía, lo cual remite a la muerte, la falta de comunicación o la depresión; aspectos que están presentes a lo largo de la historia.
Mark Ruffalo, el gran protagonista
Por último, hay que destacar el trabajo realizado por Mark Ruffalo. No hay mejor forma de decir adiós al Universo Marvel que realizando un trabajo tan profundo y rico en matices como el que hace el actor neoyorkino en esta miniserie. Y por partida doble, ya que Ruffalo interpreta tanto a Dominick como a Thomas, con sus correspondientes matices, tics e idiosincrasia. Sin embargo, pese que Thomas sea un personaje que de mayor juego (lamento esta expresión), debido a su esquizofrenia, a la hora de demostrar el talante interpretativo de un actor (en base al criterio que parece usarse como referencia en EEUU); es realmente Dominick el personaje más interesante. Es un personaje que está absolutamente roto y desbastado por al tormenta perfecta que suponen los problemas del resto de su familia. Baste como ejemplo de todo ello, la mirada hastiada de Ruffalo. Creo que son estos pequeños gestos donde un actor demuestra todo su talento. Donde se sabe decir tanto, con tan poco.
Opinión final de la serie La innegable verdad de HBO
Por lo tanto, la serie La innegable verdad de HBO no es apta para todos los públicos. Para algunos esa filmación sin escrúpulos de dolor puede llegar a perecerles excesivo; mientras que para otros no será para tanto y podrán ver la serie sin ningún problema.
A mayores, puede que, en estos tiempo tan anómalos que corren, el ver una historia donde la tristeza es la gran emoción protagonista, no sea plato de buen gusto para nadie. Sin embrago, personalmente, creo que sí hay que darle un oportunidad a esta miniserie. Está bien realizada, cuenta con uno de los mejores trabajos realizados por Ruffalo y, lo más importante, nos reconcilia con esa capacidad tan innata y necesaria (aún más en la actualidad) del ser humano: la empatía.