El popular Christian Clavier regresa con una alocada comedia dirigida por Patrice Leconte. “No molestar” es una película muy digerible para pasar un rato divertido sin pretensiones.
Sinopsis de la película “No molestar” (2015)
Michel, un maduro melómano, encuentra un vinilo de jazz que llevaba años buscando. Su único objetivo es llegar a casa y escucharlo tranquilamente. Ese pequeño deseo se verá truncado por todo su entorno, el cual, no le permitirá disfrutar de su pasión.
Crítica de la película “No molestar” (2015)
Premisa muy sencilla la de esta pequeña película francesa, convirtiendo este hecho en su mayor virtud. A esto hay que aunar que el argumento, aunque pasado por el filtro de la exageración propia de la comedia, podría pasarle a cualquiera de los espectadores, lo que crea una complicidad con el protagonista que hace ganar muchos puntos al relato.
Patrice Leconte, decide comenzar la narración de No molestar con la compra del disco, para en menos de diez minutos situarnos en el conflicto que sufre el desgraciado Michel. La puesta en escena intenta reflejar caos y prisa, haciendo uso de barridos y movimientos de cámara, que algún momento no terminan de convencer, más por una mala manipulación de la misma que por una errónea decisión de realización. Lo que deriva en que determinados movimiento de cámara saquen de la acción al espectador al percibirlos como antinaturales, sin encajar en el conjunto.
La mejor decisión por parte del guionista de No molestar es la de optar por una historia reducida, ya que la premisa es sencilla, y el exceso de minutos la hubiese resentido, alargando el chiste más de la cuenta. Los gags funcionan razonablemente bien gracias al buen hacer de los intérpretes. El coctel de situaciones hilarantes está muy bien construido, con un crescendo que culmina con un clímax alocado sin llegar a límites ridículos.
El reparto funciona a la perfección, destacando a un siempre fantástico Christian Clavier, que en los últimos años ha ido rebajando su histrionismo para asentarse como un cómico que centra sus recursos en las expresiones faciales. Algo que en esta cinta es capital como motor risible de la historia. El resto funciona correctamente, destacando la intervención de la española Rossy de Palma como trabajadora del hogar, con algunos de los mejores gags del ajustado metraje.
No molestar certifica la buena salud de la comedia francesa contemporánea, que obtiene éxito tanto dentro como fuera de sus fronteras. La historia sencilla, corta, directa y bien construida hace de este tipo de productos una ventana para dejar a un lado los problemas y pasar un rato agradable frente a la pantalla. No estamos ante una obra maestra ni pasará al recuerdo, pero su objetivo lo cumple con creces.