El director y guionista Sam Levinson abre el melón de la moralidad, el empoderamiento femenino y los juicios de valor. Todo a base de estética y un discurso directo al espectador. Descubre en la crítica de la película de Nación Salvaje, porqué deberías echarle un vistazo y mostrársela a los más jóvenes de la casa.
Sinopsis
Cuatro chicas, Lily (Odessa Young), Shara (Suki Waterhouse), Bex (Hari Nef), y Em (Abra) están siendo dadas caza por sus vecinos. Una de ellas, Lily, narrará cómo un pacífico pueblo de Estados Unidos llamado Salem se sumirá en un espiral de violencia. Los ciudadanos pretenden preservar los valores y la moral. Mientras, un hacker irá haciendo pública la intimidad de los ciudadanos.
Crítica de Nación Salvaje (Assassination Nation)
El director Sam Levinson escribía el guión de Nación Salvaje en 2016, unos días antes de que su mujer fuera a dar a luz. Estaba nervioso pensando en el tipo mundo al que estaba trayendo a su bebé. El director plasmó todas sus inquietudes en el guion de Nación Salvaje. El nacionalismo, la moralidad, la intolerancia, la influencia de las redes sociales en las personas, la violencia, el machismo, el feminismo, la libertad de pensamiento, la libertad sexual… De esta forma, fue concebida la película Nación Salvaje, por lo que no sorprende la cantidad de preguntas que plantea la narradora y protagonista, Lily, a la audiencia.
El director estudió cuatro años del método de la interpretación -todo aquello derivado del método Stalisnavsky, que consiste en ponerse en la piel del personaje, tanto emocional, como físicamente, para llevar a cabo una actuación lo más veraz posible-. Este método lo llevo a la escritura para ponerse en la piel de sus personajes. De esta forma, y con todos los elementos anteriores, trató de llegar lo más lejos posible en el guión. Él mismo se puso en el lugar de sus personajes. Escuchó al reparto de su película para reescribir el guión y acercó sus ideas al punto de vista de las actrices y actores.
Nación Salvaje plantea preguntas al espectador
Sam Levinson nos presenta Nación Salvaje in media res, anticipando la sangrienta caza de brujas que vivirán las cuatro adolescentes, hasta llegar a su desenlace. El director y guionista, irá apretando un poco más a los ciudadanos, a los residentes, empujando la moral de cada uno de ellos, para que todo aquel que sea expuesto a la muchedumbre, pueda ser juzgado. A un lado queda la ley, lo único que importa es la norma moral. ¿Pero quién pone las normas de “la moral”? ¿Qué pasa cuando “la moral” es ajena a la naturalidad del comportamiento humano?
¿Qué encontraremos en Nación Salvaje?
Sam Levinson no desaprovecha ni un minuto para mover la cámara de la forma más creativa posible. La cámara seguirá a los personajes, se moverá entre alturas, se volteará poniendo cabeza a abajo a sus protagonistas. Cuando la cámara no esté dando vueltas por ahí, el montaje será rápido y en algunas ocasiones nos mostrará varios puntos de vista a la vez partiendo la pantalla. Parece que el director intenta atrapar el interés de los millenials, intentando llamar la atención de su limitada capacidad de concentración. En algunos momentos, con tanta imagen dando vueltas en la pantalla, puede confundir al espectador, aunque es bien posible que esta sea la intención del cineasta.
Lo positivo de la crítica de Nación salvaje es que el guión es muy feminista y muy directo, no da cabida a interpretaciones. La película hizo mella a partir de su estreno y uno de los monólogos de la protagonista Odessa Young, fue utilizado por varias mujeres en vídeos que se viralizaron en redes sociales. A decir verdad, Sam Levinson, estuvo brillante al escribir esa esa parte.
Destacar la parte LGTBIQ
La película se moja en muchos cuestiones sociales sobre la intolerancia en los que destaca ligeramente la cuestión LGTBIQ. De hecho, una de las actrices protagonistas es Hari Nef, una conocida activista, modelo y escritora. El director y guionista es muy inteligente al representar una chica transgénero como tal. No da ningún tipo de explicación, ni etiqueta de forma alguna al personaje. Bex, como se llama, simplemente es una más del grupo de amigas y punto. Ya basta de explicaciones, se es y punto.
Opinión Final de Nación Salvaje
Llegando al final de la crítica de Nación Salvaje, la película tiene un contenido muy interesante. Ofrece preguntas muy directas sobre todos los temas éticos que se esconden en la “buena” moral: El sexo y la libertad sexual, la intimidad de las personas, los juicios de valor… Cuestiones de gran actualidad que nos acechan y seguro que nos acecharán durante toda la vida. Todo esto, que podría ser representado en una película de forma más filosófica y pausada, se ficciona y potencia para resultar estéticamente atractivo y visualmente impactante.
A pesar de estar recomendada para mayores de 16 años, el mensaje de Nación Salvaje debería llegar a cada uno de los colegios e institutos del mundo y verse en cada familia. A priori, hacer este tipo de afirmación puede resultar descabellado pero, ¿queréis saber cuál es la edad recomendada para que un niña o niño deba abordar temas como violencia y sexo? Aquella edad en la que sean poseedores de la privacidad de internet. Si tienen acceso a internet a solas -a través de un ordendor, un teléfono móvil (ya sea personal o de un amigo)-, mejor abrir el debate que plantea Sam Levinson con Nación Salvaje.
