Llega a la cartelera la película que ha sido capaz de plantar cara a las grandes apuestas del año. Los creadores de «Gru, mi villano favorito» dejan los esbirros amarillos para pasarse a los animales con esta ‘Mascotas’.
[divider]Crítica de la película ‘Mascotas'[/divider]
Nadie hubiese predicho el éxito que ha cosechado una cinta como Mascotas, con una campaña de marketing muy limitada, y teniendo que enfrentarse a pesos pesados como Pixar con «Buscando a Dory». La fórmula del film es sencilla, lineal y con humor, dejando la profundidad y la complicidad con el público adulto abandonadas.
Lo que a tenor de su primer tráiler parecía una cinta fresca, con gags ingeniosos y alejada de sagas conocidas, resulta ser un relato que comienza bien pero se convierte en una sucesión de momentos donde se revisitan lugares comunes, con una trama que guarda un parecido nada velado con la primera entrega de «Toy Story».
Más allá del «homenaje» a la obra maestra de Pixar, el problema es que la película Mascotas (2016) no construye bien la relación entre sus dos protagonistas. El desarrollo de la amistad entre Max y Duque se produce de manera abrupta, promovido por las circunstancias, sin que su trato se vea motivado por un verdadero aprecio mutuo. La película va al grano y apuesta por la aventura desde el comienzo de su segundo acto, después de un primero de presentación que resulta ser lo mejor del conjunto.
El humor no funciona para el público adulto, siendo los niños los mayores receptores de ese slapstick por el que apuestan. Los mejores gags ya se encontraban en el tráiler, y los que se reservan se pueden encontrar en cualquier video de internet de los últimos diez años, algo que incluso explotan en una de las secuencias.
Por lo demás, llama la atención como el carisma de los villanos supera al de la banda de compañeros de los protagonistas, siendo los secuaces del principal enemigo los más originales de todos, pudiendo llegar a ser interesante un spin off con esos bajos fondos que se muestran plagados de animales abandonados y callejeros. A pesar de ajustado metraje, el endiablado ritmo y su sencilla trama pueden llegar a provocar el hastío antes de llegar al clímax, aunque no se le puede reprochar que no sea entretenida y bien ejecutada. La animación es correcta, sin alardes de brillantez, y el diseño de los animales es bastante agradable, no así el de los humanos, más cercanos a trabajos anteriores de Ilumination.
Mascotas está teniendo un muy bien resultado en taquilla y es de esperar que más pronto que tarde llegue su secuela. De no ser así probablemente sería una película al olvidar en un plazo de tiempo relativamente corto. Sin embargo, cumple su cometido y su público objetivo la disfrutará, pero las comparaciones son odiosas, sobre todo cuando el argumento es tan deudor de otros productos de mayor calado.
