Aterriza en Netflix una de sus mejores apuestas de la temporada: Los hermanos Willoughby. Una cinta de animación de la que disfrutarán niños y mayores gracias a su atractiva y original historia, su agilidad, y sus coloridos personajes. No dudamos que no tardará en convertirse lo más visto de la plataforma. Os traemos la crítica de la película Los hermanos Willoughby de Netflix, una apuesta por el entretenimiento familiar de calidad.
Sinopsis de la película Los hermanos Willoughby
Los Willoughby son una larga estirpe de gran tradición. Gente importante, con profesiones importantes y un largo bigote que avala esa importancia. El matrimonio sigue tan enamorado como el primer día, lo malo es que aborrecen a los niños, a sus hijos también claro. Por eso Timothy, Jane, y los gemelos, Barnaby A y Barnaby B, tendrán que aprender a subsistir sin la ayuda de sus padres, lo que les dará la idea de que estarían mejor si estos se marcharan a dar un largo viaje por el mundo.
Crítica de la película Los hermanos Willoughby
Si te gustan las historias de familias felices, esta película no es para ti. La historia que conoceremos en la película Los hermanos Willoughby se centra en la relaciones tóxicas creadas en el entorno de una familia atípica y disfuncional. Familia es su denominación, simplemente una etiqueta que les toca socialmente, cuyos hijos viven asustados y desatendidos por la figura que debería encargarse de ellos, sus padres. Unos padres no siempre quieren a sus hijos; y es que no siempre lo que se presupone que debe pasar, sucede así en la vida real.
¿De qué va la propuesta?
Y es que la película de Los hermanos Willoughby de Netflix tiene más paralelismos con la realidad de lo que nos podemos pensar en un primer momento. La cinta nos presenta a unos padres egoístas que sólo viven para cuidar el amor de la pareja, dejando completamente desatendidos a todos los niveles a sus hijos.
¡Oh, sacrilegio! ¡Unos padres que no quieren a sus hijos! Pero esta esta una situación más habitual de lo que a priori podríamos imaginar… todo el mundo conoce casos de padres que han tenido hijos por tenerlos, porque ya tocaba, por “accidente” o con la intención de superar una crisis de la pareja. Esas parejas siguen queriendo tener su vida, la misma vida que tenían antes de ser padres. Quieren ir al cine a ver películas no infantiles o familiares, ir todas las tardes al gimnasio, acudir a clases de sus aficiones favoritas, quedar con los amigos y un largo etcétera de actividades, que reconozcámoslo, cuando se tiene un hijo ya no se pueden realizar, o no con la misma asiduidad que se venían haciendo. La vida te cambia con un hijo y ahora la prioridad debería ser ese pequeño, algo que no pasa en todos los hogares.
Pues bien, Los hermanos Willoughby viven esa realidad de desapego de sus progenitores, que literalmente no quieren saber nada de ellos. Tal es la desvinculación que sus padres sienten hacia ellos que no les dan ni tan siquiera de comer, algo que hará que los pequeños consideren como positiva la posibilidad de proclamarse huérfanos.
Los hermanos Willoughby de Netflix
Estamos ante el segundo proyecto original de animación que lanza Netflix. Tras el éxito de la producción española de ‘Klaus’ (2019) en la anterior temporada de premios con la que logró una nominación a los mismísimos Oscar, la plataforma ha querido probar suerte por segunda vez y presentarnos un proyecto, que ya os podemos avanzar, está a la altura de las expectativas. Comenzamos con la crítica de la película Los hermanos Willoughby.
Adaptación del cuento de Lois Lowry
La cinta está dirigida por Kris Pearn, responsable de ‘Lluvia de albóndigas 2‘ (2013) y componente del equipo de animación de ‘Colegas en el bosque’ (2006), junto a los debutantes Rob Lodermeier y Cory Evans. Además supone una brillante adaptación del cuento The Willoughbys de la escritora Lois Lowry.
La película original de Bron Studio (Canadá) tiene una factura más que aceptable, donde destaca su colorida y estudiada animación, con toques detallistas como el cabello de los personajes con apariencia de fibras de lana. Algo que compensa de algún modo la carga gótica y casi siniestra de la casa de Los Willoughby y la situacion familiar que se vive dentro.
Nuevo concepto de familia
Lo peculiar de la propuesta de Los hermanos Willoughby de Netflix es que el mal, en esta ocasión, viene desde dentro del propio hogar, ese lugar donde todos deberíamos sentirnos seguros durante nuestra infancia. Pero si las personas más mezquinas que conoces son tus propios padres… ¿qué salida les queda a estos pequeños? Según vaya avanzando la historia nos recordará en gran medida a clásicos de la literatura infantil como ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ de Roald Dahl o algunos de los cuentos de Charles Dickens; e incluso a películas como ‘La familia Addams’ (1991) o ‘Mary Poppins’ (1964).
Su historia terminará resultando sorprendente porque rompe con los estándares sociales de lo que debe ser el ideal de familia, y propone un concepto nuevo de unidad familiar. ¿Te hace feliz? Pues eso es lo importante. Una situación que hoy en día los críos ven muy a menudo en sus casas, tanto por los divorcios o separaciones de sus padres, como por nuevas situaciones -adopción, maternidad subrogada, familias uniparentales, familias homoparentales, etc-.
Opinión final de la película Los hermanos Willoughby
Como conclusión final a mi crítica de la película Los hermanos Willoughby, decir que estamos ante una propuesta divertida, estimulante e ingeniosa, que además está narrada de forma ágil y certera. Una película de animación que bien podría haber sido estrenada en cines.