La sexta entrega de la franquicia protagonizada por nuestro muñeco diabólico favorito es una vuelta a las raíces, tanto en el tono como en la historia, de la saga creada por Don Mancini. A pesar de su estreno directo a DVD y Blu-ray, y de contar con un presupuesto más limitado, los fans no deben preocuparse: los chorretones de sangre y las frases lapidarias siguen garantizadas. La película ya está disponible en el catálogo de Netflix. Aquí os dejamos nuestra crítica de la película La maldición de Chucky.
Sinopsis
Sarah (Chantal Quesnelle) es hallada muerta en su mansión familiar por su hija Nica (Fiona Dourif), quien no sospecha que detrás de la muerte está Chucky (voz de Brad Dourif), un muñeco parlante que tratará de acabar con ella y toda su familia para ajustar cuentas con el pasado.
Crítica de la película La maldición de Chucky (2013)
A finales de 1988 el subgénero de terror slasher estaba estancado tras unos años de apogeo. Los tres grandes psycho-killers del género sumaban ya un total de quince películas desmembrando cuerpos a golpe de machetazos, sierras mecánicas y cuchillas afiladas. Michael Myers (La noche de Halloween) y Freddy Krueger (Pesadilla en Elm Street) llevaban cada uno cuatro películas a sus espaldas, siendo superados por Jason Voorhes (Viernes 13), que sumaba nada menos que siete entregas repartiendo estopa.
La cronología de una gran saga de terror
En ese panorama de sobreexplotación made in Hollywood apareció Muñeco diabólico (Child´s play, 1988) y convirtió a Chucky en figura icónica del terror de serie B, completando una saga de siete películas, un reciente reboot y una próxima serie de televisión.
La primera película de la franquicia no escondía su influencia más directa: Pesadilla en Elm Street. Freddy y Chucky comparten el sarcasmo y el humor negro como modus operandi, y no se entienden sus sagas sin ese toque característico. Pero a principios de los 90 el subgénero estaba agotado. Muñeco diabólico 2 llevó a los cines a quienes disfrutaron con la primera, pero el estreno en 1991 de Muñeco diabólico 3 se dejó miles de espectadores por el camino y puso en peligro la continuación de la franquicia.
El género de terror en su vertiente slasher se había saturado y durante unos años se dio casi por finiquitado hasta que a finales de 1996 apareció Scream: Vigila quien llama, un bombazo que puso de moda el terror autorreferencial con toques de metaficción. En esa moda se instauró La novia de Chuky, que consiguió la mayor recaudación de la saga. Le siguió en tono e intenciones La semilla de Chucky, pero habían pasado seis años y el público ya había sufrido la pertinente saturación. La película no terminó de satisfacer las expectativas generadas, así que se decidió que la sexta parte contase con menos de la mitad de presupuesto que su antecesora.
Don Mancini, guionista y creador de toda la franquicia tenía un plan para revitalizarla: dejar de lado el exceso de humor referencial y paródico de las dos últimas entregas y volver a los orígenes, más vinculados al terror puro y duro. Así llega la película La maldición de Chucky, que ahora podéis ver en Netflix.
Chucky, ¿dónde estás?
El guion de la película La maldición de Chucky devuelve, en buena medida, la seriedad a la saga. Los personajes carecen de trasfondo cómico; es más, el film intenta jugar con el drama del personaje central, una joven en silla de ruedas con problemas de ansiedad. La muerte de su madre en extrañas circunstancias reúne a todos los allegados en la mansión familiar, y a partir de ahí la película se convierte en una versión sangrienta de Diez negritos. A falta de misterio sobre la identidad del asesino lo que nos queda es adivinar el orden en el que los personajes irán cayendo, y dejarse sorprender por la manera en la que Chucky acabará con ellos.
Los personajes son unidimensionales, dignos de cualquier telefilm de fin de semana, algo no demasiado objetable si no fuera porque durante la primera mitad de la película hay cierto intento por detallar sus relaciones: envidias, adulterios y problemas fraternales, que, por desgracia, no interesan lo más mínimo. Aquí se viene a ver a Chucky machete en mano, y no pocas veces echa uno la mirada al reloj a la espera de que el muñeco pelirrojo se decida a complacernos.
¡Al tajo!
La sangre acaba llegando a partir de la mitad de la película, y desde ahí al final se convierte en un clímax continuo y alargado, casi en tiempo real, que entretiene por la acumulación de jump scares, persecuciones y artimañas varias del muñeco psicópata.
Es una lástima que los asesinatos no sean especialmente imaginativos ni ofrezcan nada que no hayamos visto en otros slasher, pero al menos, hay que reconocerle a Don Mancini la efectividad a la hora de rodarlos, jugando con la profundidad de campo y algunos recursos visuales bien empleados.
También cuenta, a su favor, el esfuerzo de entroncar el argumento de la película con el de toda la saga, algo que apreciarán especialmente los fans. La película La maldición de Chuckyaporta nuevos datos sobre los orígenes del muñeco, y unos cuantos guiños a toda la franquicia, siendo el mejor el de la escena post-créditos, que por motivos desconocidos no se incluye en la versión de Netflix, pero que sí podéis encontrar en Youtube.
Opinión final de la película La maldición de Chucky (2013)
No hay que llevarse a engaño. La maldición de Chucky es una película esquemática, con personajes vacíos, demasiados momentos aburridos y una historia que se olvida a los cinco minutos de verla. En cambio, ofrece algunos buenos detalles de humor negro, y asesinatos bien resueltos, la mayoría en la segunda mitad de la película.
La película La maldición de Chucky gustará a quienes hayan disfrutado con las primeras entregas de la saga, y algo menos a los que esperan un divertimento paródico al estilo de La novia de Chucky.