La invitación, ganadora a ‘mejor película’ en el pasado Festival de Sitges, llega a la cartelera con su perturbadora, inquietante y claustrofóbica atmósfera mediante la cual dibuja una excepcional cinta de suspense. Una cosa está clara: se te quitará el hambre.
Crítica de la película de terror ‘La invitacion’
Una cena. Una reunión de amigos que hace bastante que no se ven. Aparentemente nada raro, nada que no nos haya pasado a cualquiera de nosotros un sábado noche. Así, con una premisa bastante básica da comienzo La invitación el nuevo e inquietante thriller de Karyn Kusama, aquella a la que muchos criticaron por su anterior proyecto Jennifer’s body (2009) y que a otros, entre los que me incluyo, lograba divertir con una cinta de cierto regustillo noventero como homenaje al slasher y en el cual veíamos a una Megan Fox caracterizada como una sexy animadora poseída cargándose a medio campus. Pues bien, aquella a la que muchos quisieron borrar del mapa regresa ahora con un thriller intimista e independiente, sobre la superación del dolor y el duelo, con el que se proclama como una de las reinventoras del cine de suspense.
La cinta, que sirviera de apertura de la décimo tercera Muestra Syfy de Cine Fantástico tras proclamarse ‘Mejor película’ en el Festival de Sitges, dibuja una historia de terror psicológico inteligente y eficaz mediante una atmósfera opresiva donde la tensión va in crescendo según avanzan los minutos. Una casa cerrada a cal y canto donde se potencia la sensación de angustia mediante puertas cerradas bajo llave o verjas en las ventanas, todo contribuye a cierta sensación de claustrofobia; personajes supuestamente “amigos” entre sí que no encajan en absoluto; un par de invitados sorpresa amigos de los anfitriones que desconciertan aún más; un protagonista sin ninguna gana de acudir a la cena, más bien parece haber aceptado la invitación por compromiso; dos ex que se reúnen con sus respectivas parejas actuales; un hecho traumático parece ser la razón de que el grupo lleve años sin reunirse; un invitado que nunca llega; conversaciones incómodas; un vídeo enigmático… y ¡tachan! la cena está servida.
La invitación, coreografiada a modo de obra de teatro, nos plantea una incomoda cena donde estaremos en tensión cada minuto, esperando que la bomba estalle en cualquier momento. Como en una novela de Agatha Christie, cualquiera en esa cena será sospechoso de poder cometer una atrocidad ¿o no? Aquí es donde un guion magníficamente construido juega sus cartas a la perfección, asombrando al espectador con cada giro inesperado hasta llevarnos a un apoteósico final que logra lanzar la trama a otra dimensión, más allá del interior de esta incomoda cena, guardando cierta similitud a otra de mis grandes favoritas dentro de este género ‘La purga’. SiKaryn Kusama quisiera tendría historia para rato, no lo dudes, y su farolillo rojo se convertiría en una insignia de terror inequívoca.
Su reparto está igual de brillante. Mediante unas interpretaciones compactas, equilibradas y sólidas logran transportarnos al interior de dicha casa. Todo el mundo es sospechoso, todo el mundo está incómodo, todos han ido por obligación. Como en la vida real, la falsedad y la hipocresía abundan. Los que un día fueron amigos ahora son completos desconocidos.
Imprescindible para los amantes del cine de género. No lo dudes, tienes que asistir a esta perturbadora cena antes de que te cuenten ni un sólo detalle más de la cinta. La invitación es una de esas cintas donde el más mínimo spoiler te fastidiará la magia de su elevado suspense.
