Deliciosamente entretenida. Así es la nueva comedia del director Dexter Fletcher inspirada en el peculiar personaje de Eddie El Águila, un hombre cuya mayor aspiración en la vida era participar en unos Juegos Olímpicos y lo logró, vaya si lo hizo.
Crítica de la película ‘Eddie El Águila’ (2016)
Como dijo J.Cocteau “No sabiendo que era imposible fue y lo hizo”. Ese espíritu de superación, de logros personales que no conocen barreras, inunda la película Eddie El Águila que llega este fin de semana a nuestras pantallas. Un biopic narrado a modo de comedia ochentera -con melodías de sintetizador incluidas-, amable en su contenido y vitalista en su mensaje, que cumple a la perfección su misión de entretener al espectador a través de esta historia inspiracional sobre un chico que soñaba desde pequeño con participar en los Juegos Olímpicos y que, contra todo pronóstico, logró hacer de su sueño una realidad. Para Eddie nunca hubo otra opción que ser campeón olímpico. Su tenacidad, lucha y trabajo dieron su fruto pese a todos los obstáculos que parecían querer arrebatarle su ansiada meta.
Inspirada en hechos reales, Eddie El Aguila narra la historia de Michael Edwards (Taron Egerton) un arriesgado, valiente pero inexperto, saltador de esquí británico que logró su mayor ambición a base de tesón y una gran autoestima: participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988. A su lado un ex campeón de esa disciplina que se retiró de las competiciones por problemas de alcoholismo, Bronson Peary (Hugh Jackman), el único que apostó realmente por el sueño de Eddie.
El director Dexter Fletcher (Amanece en Edimburgo) sabe cómo captar nuestra atención desde el primer momento con una historia sencilla pero sumamente entretenida, manteniendo ese interés según avanzan los acontecimientos, para culminar logrando cambiar el humor del espectador automáticamente a modo “subidón”: “Si Eddie lo consiguió, yo también lograré todo lo que me proponga”. Eddie El Aguila se nos presenta desde niño como el típico perdedor que más tarde, gracias a un “golpe de suerte” o el destino -vete a saber-, logrará alcanzar ese minuto de gloria que todos los expertos dicen necesitamos vivir una vez en la vida. Una historia donde el logro deportivo quedará en un segundo plano, reinando el buen rollo, la cabezonería y por qué no la inconsciencia de un tipo bastante nerd -con gafas de culo de vaso incluidas- que consiguió pasar a la historia como el primer competidor en representar a Inglaterra en saltos de esquí. Llamarle tonto pero él consiguió alcanzar la hazaña que se propuso… Y ese será realmente el gran reto que plantea dicha cinta en sí misma, el cómo lograr que resulte encantador un personaje que en muchos momentos debería causarnos incluso vergüenza ajena. Misterios del humor británico, pero lograrlo lo logra.
Por otro lado, los actores de Eddie El Águila ayudarán a que el espectador empatice e incluso se ría con esta aventura entre esquís y nieve. Taron Egerton y su versión caricaturesca de Eddie conquistarán inmediatamente al público haciendo nuestras sus victorias y sus derrotas. Inocente pero testarudo, un chico con las ideas muy claras dentro de su sana locura. Como contrapunto a esa inocencia, presente en todos los ámbitos de su vida, la chulería y el descaro de su entrenador, un guaperas en horas bajas protagonizado por Hugh Jackman. Juntos son la pareja perfecta. El yin y el yang.
En definitiva, si este fin de semana elegís la película sobre ‘Eddie El Águila’ entre las diversas opciones que presenta la cartelera no os equivocaréis. Encontraréis una película entretenida, divertida y entrañable, con un protagonista bastante peculiar.