Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki, Satoshi Tsumabuki y Yû Aoi en Maravillosa familia de Tokio
Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki, Satoshi Tsumabuki y Yû Aoi en Maravillosa familia de Tokio

Maravillosa familia de Tokio: Machismo galopante disfrazado de comedia

‘Maravillosa familia de Tokio’ llega a las carteleras soprendiendo al público español con una comedia nipona, que finalmente no terminará de convencer por su marcado carácter machista.

Crítica ‘Maravillosa familia de Tokio’

La cinta se desenvuelve sin mucho acierto en temas que parecen bastante alejados del interés de la creación cinematográfica nipona: el humor, el divorcio y la vida autónoma de la mujer. ‘Pero, ¿Japón hace comedias?’ me pregunté en cuanto supe de la existencia de Maravillosa familia de Tokio. En ella, un esposo cascarrabias se pasa el día en el bar llegando todos los días lo más borracho posible a casa. Su mujer, con la que lleva casado más de cincuenta años, lo aguanta y le sirve con resignación, hasta que el día de su cumpleaños le pide como regalo que le firme el divorcio. Esto pone patas arriba a todo el núcleo familiar y culmina en la creación de un gabinete de crisis por parte de los hijos para afrontar la nueva situación.

Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki, Satoshi Tsumabuki y Yû Aoi son la familia protagonista
Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki, Satoshi Tsumabuki y Yû Aoi son la familia protagonista

Resulta curioso que el argumento central, que es la necesidad de libertad de la matriarca, sea lo que menos importancia reciba en la narración. El director,Yoji Yamada, explora con más detenimiento los efectos que provoca una decisión como ésta en el resto de la familia y en cómo se pierde la estabilidad de todo un grupo solo por haber movido una única pieza.

De hecho, es imposible no percibir un tufo machista en toda de la historia. No solo porque llega un momento en el que el retrato que hace de la esposa es de una egoísta que únicamente piensa en ella, sino también porque hay una pregunta que sobrevuela la narración constantemente: ¿hasta que punto ella debería resignarse a renunciar a sus sueños en pro de la estabilidad familiar? Hay una escena en la que todos están reunidos y no paran de culpar a la madre. Y lo que es peor, llega un momento en el que incluso ella misma se condena por todo lo que está pasando.

Isao Hashizume y Kazuko Yoshiyuki son los patriarcas
Isao Hashizume y Kazuko Yoshiyuki son los patriarcas

Con el avance del metraje y el descubrimiento del mensaje oculto entre gags me preguntaba aún con más insistencia lo de: ‘Pero, ¿Japón hace comedias?’. Después de unos minutos de asimilación tuve que reconocer que sí las hacen, pero porque son los padres de Humor Amarillo, no por este tipo de cintas.
Y es que Maravillosa familia de Tokio recuerda, en cierta forma, a dicho programa en el que durante hora y media lo único que acontecía era la caída de gente de la forma más ridícula posible. Y es por eso mismo por lo que se puede asociar a la película: la gente se cae todo el rato. Sin sentido. Sin razón de ser. De la forma más extravagante posible. Por lo visto resulta ser un gag muy recurrente en el lenguaje audiovisual japonés.

De todas formas la caída más grande es la que no se observa a simple vista. La de una historia que aparentemente intenta ser un soplo de aire fresco en un país donde el patriarcado es predominante y termina convirtiéndose, disfrazándolo de sensiblería, en un ejercicio en el que quien siempre cambia son los demás, pero la mujer debe mantenerse inmutable en beneficio de su entorno.

Conclusión ‘Maravillosa familia de Tokio’

En definitiva, Maravillosa familia de Tokio es un intento de comedia ligera (de hecho, muchos de los gags son más que aceptables), pero acaba convirtiéndose en el estandarte de algo con mucho más peso (por no decir pesado): la representación de una sociedad machista que intenta esconderse entre jijis y jajas.

DIRECCIÓN
4
GUION
2
INTERPRETACIÓN
5
Reseña de lectores1 Vota
10
LO BUENO
Tiene gags bastante aceptables.
LO MALO
Algunas caídas están muy forzadas para provocar la risa fácil.
El tufillo machista que envuelve todo.
3.7