Currantes, ingenuos, simples, conflictivos, desequilibrados, inconscientes, comedores de plátanos, de color amarillo suave, de baja estatura y de lenguaje cuasi ininteligible: Los Minions llegan con su propia película.
De qué va la película de “Los Minions”
Los Minios llevan en el planeta desde mucho antes que un dinosaurio pusiera un pie en la tierra. Estos seres amarillos, forman una enorme tribu cuyo objetivo existencial se resume en ponerse al servicio del mayor villano existente del momento. Desafortunadamente para los líderes, tener de esbirros a los Minions, suele conllevar funestas consecuencias. Y es que un Minion, a pesar de sentirse atraído por el mal, es bueno y tonto por naturaleza.
Estas circunstancias les obliga a instalarse en la desoladora Antártida. Pero su ostracismo en tan gélido lugar, pondrá el peligro sus vidas, pues la desidia y el aburrimiento acabarán por convertirse en un gran problema. Sólo Kevin, el más aventurero de los Minions, Stuart, que se ofreció voluntario sin saberlo y Bob, el más inocente y despistado de la tribu, serán capaces de abandonar su guarida para lanzarse a la búsqueda del mayor villano de todos los tiempos. Un ser tan maligno que devuelva sentido a sus vidas y la tan característica energía Minion.
Por suerte para este trío de aventureros, muy pronto se celebrará la más secreta convención de villanos del mundo, a la que asistirá como principal invitada Scarlett Overkill (Alexandra Jiménez), la mayor súper villana de todos los tiempos.
Crítica de “Los Minions”
Desde la primera vez que fueron mostrados al mundo en la película de “Gru – Mi villano favorito”, Los Minions, estos redondeados seres bajitos de color amarillo de uno o dos ojos, han ido ganando más y más seguidores. Ya entonces los espectadores salían de las salas del cine comentando sus deseos de poder ver una película protagonizada por esta tribu de graciosos descerebrados. Deseos que se acentuaron cuando estos “taraditos” ganaron algo más de protagonismo en la trama de la de la secuela. Tras el segundo éxito de Illumination Entertainment, estaba más que claro que había que ponerse a trabajar en el spin of de estos extraños y divertidos seress: por fin descubriremos el origen, y sabremos cómo se pusieron al servicio de “su villano favorito”, Gru.
La animación de Los Minios es ágil y dinámica y logra dotar de personalidad a cada uno de los tres protagonistas: Kevin, Stuart y Bob. En todo momento, todos (la inmensa tribu Minion) y cada uno de ellos (Kevin, Stuart y Bob), está muy vivos. Es muy difícil apartar la vista de sus acciones. Cada gesto, cada guiño o mueca está cargada de información cómica, lo que les otorga la habilidad de ser tremendamente expresivos y fantásticamente cómicos. Y si juntamos la animación con ese galimatías idiomático formado por como poco tres idiomas (inglés, italiano y español) y un montón de onomatopeyas, tenemos como resultado actuaciones tan cómicas como internacionales.
El comienzo de la película, al igual que el primer trailer de lanzamiento, crea mucha expectación sobre la explicación del origen de Los Minions. En los primeros minutos de la película se desvelan las claves del sentido de estos seres: Su origen, sus aspiraciones, los villanos a los que han servido, la forma en que han dejado sus trabajos… ¡Todo! El aspecto negativo de esto es que la película refleja una versión extendida del trailer, con lo que todos aquellos espectadores que hayan visto el trailer (que no serán pocos de los que hayan acudido al cine), se darán cuenta que ya lo sabían casi todo sobre Los Minions. Se da ese dicho popular típico de “Lo mejor ha salido en el trailer”. Una verdadera lástima, pues el guion de Bryan Lynch (El gato con botas), en vez de mostrar más casos de éxito (fracaso en realidad) sobre las relaciones Minions-Villanos históricos o ficticios, se precipita directamente a la llegada de los Minions protagonistas Kevin, Bob y Stuart, a la Gran Manzana, a finales de la década de los 60, en su búsqueda por un villano al que servir.
Algunos entretenidos gags después, se desaprovecha la ocasión de profundizar en las entrañas del malévolo universo villano. Un mundo tan hilarante, que podría haber dado mucho juego para el trío de Minions, por el que casi se acaba pasando de puntillas para iniciar una trama, un poco decepcionante, con el histriónico personaje de Scarlett Overkill (cuya voz está prestada por Alexandra Jiménez) y su sosainas marido Herb Overkill (Quim Gutiérrez). Dicho sea de paso, la interpretación de Alexanda Jiménez destaca bastante, mientras que la aburrida técnica de Quim Gutiérrez, deja bastante que desear. Parece que la sosería graciosa que caracteriza a este encasillado actor no juega a su favor a la hora de ponerse en la piel de un malévolo, chulo y excéntrico inventor. El resto del doblaje, no haría falta ni mencionarlo, pues como siempre, está compuesto por auténticos profesionales de reconocidas voces y trabajos como son Luis Bajo, Victoria Angulo, Pepa Castro, Víctor Agramunt…
Por supuesto, y esto no se lo puede quitar nadie, Los Minios contarán con momentos divertidos, muy divertidos, y tronchantes. ¡Son los Minions! ¿Cómo no van a ser divertidos? ¡Con que un bicho de estos aparezca en escena ya entra la risa! Pero la película, en cuanto a trama se refiere, no llega a la altura de sus posibilidades… y eso que, como ya he comentado, el guionista podía haber explotado mucho más alguna de sus fantásticas ideas. Eso sí, ningún crío, que sea un crío de verdad (no un tarado adulto que escribe sobre películas orientadas a críos pero disfrutables por todos), le pondrá ninguna pega a esta hora y media de llamativa animación. Y es que, como ya dijo Abraham Mateoresponsable “Mellow Yellow” (BSO de la película) al que tuvimos ocasión de entrevistar: “todos deberíamos llevar un Minion dentro”.