Un niño llegado del espacio con numerosos poderes sembrará el terror en su pequeño pueblo. Esta es la propuesta que presenta “El hijo”, un divertimento sin mucho que aportar narrativamente, pero que hace pasar un buen rato.
El hijo: Reseña de la película
A finales de los años setenta, Marvel Comics decidió sacar a la luz una nueva línea de historias bajo el título “What if”. Su planteamiento eran relatos alternativos dentro de su universo con la premisa de “que hubiese pasado si…”. De esta manera se podían encontrar historietas de lo más interesante que desafiaban la imaginación de los lectores. La película que nos ocupa, “El hijo” (Sony Picturtes), puede entenderse como una suerte de estas curiosas grapas, pero con un personaje de la competencia, Superman. ¿Qué hubiera pasado si la historia de Superman hubiese sido la misma, pero Kal-El fuese un villano? Así se presenta esta cinta de terror que poco más tiene que ofrecer en lo que a su guion se refiere. Una amalgama de ideas cocidas dentro de la familia Gunn -James Gunn, director de “Guardianes de la galaxia”, es el productor- que carecen de profundidad dramática en pos de crear un vehículo de consumo rápido para adolescentes con ganas de asustarse y enfrentarse a imágenes más o menos gore.
Guión
Poco se puede rascar de esta historia que calca casi al milímetro los orígenes de El Hombre de Acero, con granja y pueblecito de Kansas incluidos. La historia tarda en arrancar, con el objetivo de crearnos algún tipo de empatía con los padres del pequeño e intentar justificar lo que venga después. Esto apenas importa si, cuando la trama se desarrolla, lo único que nos ofrece son secuencias truculentas plagadas de numerosos jump scares que se ven venir a la legua; lo que no impide que la película siga siendo muy disfrutable. El espectador debe tener claro que “El hijo” es una gamberrada pensada para satisfacer los instintos más básicos de su público objetivo. Una hamburguesa grasienta que no calma el hambre ni acaricia el paladar, pero libera una dopamina de la que es difícil escapar. En ese sentido, la honestidad de los responsables es total y se agradece. Saben lo que tienen entre manos y aquel que entre en su juego lo va a disfrutar al máximo.
Dirección e interpretación
El director David Yarovesky, amigo de Gunn, se desenvuelve de manera solvente, sobrecargando el escaso metraje de sustos que harán las delicias de los más jóvenes, asemejándose más su creación a una atracción de feria que a una película. Algo demasiado común en el género desde hace ya demasiado tiempo. Que nadie espere otro tipo de terror en este film. Donde sí que se esfuerza Yarovesky es en mostrar imágenes cercanas al gore, explotando lo salvaje que puede ser la violencia si quien la ejerce tiene prácticamente los poderes de un dios. Lástima que Jackson A. Dunn, visto en “Glow” y que interpreta al niño protagonista, no genere ningún tipo de inquietud con su presencia, siendo mucho más efectivo cuando se calza ese traje indescriptible que utiliza como uniforme superheroico. El resto de sus compañeros de reparto cumplen sin destacar, al no tener mucho que rascar de un guion que les trata como meros juguetes a los que torturar. Así, el mejor parado es el actor -amigo, una vez más, de James Gunn- que aparece por sorpresa durante los créditos, siendo esta la escena más divertida del conjunto.
Opinión final
“El hijo” funciona como elemento evasivo dentro de un género ideado para ese propósito que, en este caso, viene a ser reivindicado por parte de un grupo de amigos que parten de una premisa más que conocida y que, más allá del posible plagio, evidencia la naturaleza casi mitológica que están adquiriendo los superhéroes, para hacer pasar un buen rato a un público sediento de sangre y efectismo.