Alban Ivanov, Benoît Poelvoorde, Félix Moati, Guillaume Canet y Jean-Hugues Anglade en El gran baño
Alban Ivanov, Benoît Poelvoorde, Félix Moati, Guillaume Canet y Jean-Hugues Anglade en El gran baño

Crítica de la película El gran baño

Intento de comedia, francesa, ridícula y vergonzante, que no resiste el menor embite o reflexión seria – audiovisualmente hablando -; y cuyo disfraz epatante, pretende, una vez más, dar gato por liebre; cuando no directamente arrancar por la fuerza la mueca aquiescente del espectador conmocionado ante tal sarta de lugares comunes, arquetipos sobre-explotados, y ritmo denso de duración interminable. Tan sólo apta para catalépticos, convalecientes de ictus cerebrales o público medio Francés.

Sinopsis de El gran baño

Bertrand (Mathieu Amalric) es un padre de familia que circunvala la cincuentona y que tiene  graves problemas depresivos. De la noche a la mañana da con un equipo amateur de natación sincronizada masculina integrado, en su totalidad, por inadaptados sociales y hombres de su misma edad.

Félix Moati, Jean-Hugues Anglade, Philippe Katerine

Opinión de El gran baño

En sustancia, a El gran baño (Le Grand Bain), no la diferencia casi nada de cualquier otra comedia mala de domingo por la tarde que aspira a aglutinar a un público tan amplio y dispar que puede ir desde una  cincuentona con menopausia, a un veinteañero resacoso que espera frente a la pantalla a que le hagan efecto los dos tranquimazines que se acaba de tomar después de tres días consecutivos de rave.

Lo que hace de Le Gran Bain –probad a decirlo en voz alta en vuestra casa, tiene empaque ¿no?- un bodrio con mayúsculas, con personalidad, peso y firmeza, es un frontispicio precioso, al estilo de los numerosos que hay en el centro de París, pero constituido en base a arena de playa. No resiste siquiera un soplo de aire. Una vez más la pretensión francesa por tratar de mostrarse desde la atalaya hasta cuando -seamos benévolos con el siguiente adjetivo- se trata de hacer cine “popular”, resulta determinante para socavar la credibilidad de la película. Sofistiqué, Savoir faire, y toda esa mierda, te dirán ellos si les preguntas.

Marina Foïs, Mathieu Amalric – Crítica el Gran Baño

Y ojo, no seré yo el que niegue la influencia e inteligencia de un país que tiene ahora mismo, y en plena forma, a dos de las mejores y más causticas plumas como son las de Michel Houllebecq o Emmanuel Carrére; o dos de los más interesantes directores del panorama internacional: Léos Carax y Jacques Audiard.

La cuestión es que la película, en pocas palabras y para que se me entienda, viene a ser como cuando durante una noche de luna llena o de libido fulgurante, te dejas seducir por una persona bastante poco atractiva, digamos, bajo el pretexto o la esperanza de que al menos debe follar bastante bien. Menuda decepción cuando llegas a casa y ni una felación o connilingus en condiciones es capaz de hacer ¿verdad? Desde luego no merecía la pena pasear con esa persona agarrados, por todo el centro del pueblo, para que te viera hasta tu abuela.

Alban Ivanov, Benoît Poelvoorde, Mathieu Amalric, Philippe Katerine – El gran baño

Un servidor se pregunta de qué sería capaz la industria cinematográfica francesa, después de vendernos año tras año entre cinco y diez zurullos con papel de regalo, de tener bajo sus filas un genio de la talla de Carlos Vermut; y una de las 5 mejores películas del 2018 como es “Quién te cantará”.

La respuesta es sencilla: la preseleccionarían para los Oscars y la nominarían a mejor película y mejor dirección en los premios César. Como mínimo. Está claro que tenemos mucho que aprender. Mientras tanto, no se dejen estafar.

La película “El gran baño” se estrena en cines el viernes 11 de enero de 2019.

Trailer de la película: El gran baño

DIRECCIÓN
1
GUIÓN
4
INERPRETACIÓN
2
LO MALO
Los primeros planos del careto de Mathieu Amalric.
2.3