Alain Hernández protagoniza la angustiosa y desesperada historia de supervivencia real del surfista español Álvaro Vizcaíno. Dos largos días completamente incomunicado y al borde la muerte a los pies de un acantilado de Fuerteventura, esta es la nueva propuesta del cineasta Hugo Stuven para este verano.
Crítica de la película española “Solo” (2018)
La nueva película del cineasta español Hugo Stuven llega a la cartelera tras conquistar a la crítica con su primer largometraje, Anomalous (2016). Una película de horror que dejó muy altas las expectativas sobre las posibilidades de este joven director en lo que respecta al cine patrio en los próximos años. Ahora con Solo vuelve a presentarnos un proyecto con sello de cine de autor, muy artesanal, pero sin renunciar a las grandilocuentes secuencias que nos podría regalar cualquier blockbuster americano.
Y es que el impresionante plano secuencia de arranque de Solo bien merece ya su paso por taquilla. Mientras sobrevolamos la costa de la isla de Fuerteventura nos iremos acercando más y más hacia un acantilado dónde, finalmente, podremos apreciar como un hombre se encuentra colgado mientras grita desesperado con el ferviente deseo de que alguien le escuche y le socorra. Así, mediante una fotografía exquisita (con una fotografía de Ángel Iguácel), que además nos acompañará durante todo el resto de relato, nos introducirá de lleno en la angustiosa vivencia del protagonista de esta historia de supervivencia. Allí, agarrándose a la vida en un vertiginoso acantilado, encontraremos al surfista Álvaro Vizcaíno (Alain Hernández). Un comienzo más que prometedor para una producción nacional que demuestra que los nuevos talentos de nuestro cine han crecido bajo la influencia de grandes títulos y, ahora que son ellos los encargados de contarnos historias tan espectaculares como la de este surfista español, no hay bajos presupuestos que impidan hacer volar la imaginación y demostrar que otro cine sí era posible.
La película sólo flaquea cuando visita de forma frecuente flashbacks al pasado y supuestas ensoñaciones con el personaje de Aura Garrido, que a modo de redención alegórica, permiten al personaje de Álvaro reconciliarse con su entorno, e incluso con él mismo, y tomar perspectiva de lo realmente importante de la vida. Dichos momentos enturbian el relato y harán que el espectador desconecté continuamente de la trama principal, la supervivencia al límite de las fuerzas humanas que protagoniza de forma poderosa el actor Alain Hernández. Una pena, porque pretendiendo resultar más intelectual, profunda y poética, la película pierde fuerza en su narración, sobre todo en su tramo final.
Y es que sin duda, la propuesta gana fuerza cuando relata en primera persona la agonía de su protagonista, gracias en gran parte a la impecable y desgarradora interpretación de uno de los mejores exponentes de nuestro cine actual: Alain Hernández. El catalán está impecable en toda la película, sumergiéndonos en esta agobiante e incierta historia de supervivencia a contrarreloj. La película es prácticamente él, y no hay duda de que es capaz de llenar la pantalla con tan sólo su presencia. Sentiremos el dolor, la agonía, la desesperación de su mano. Además hay que destacar el envidiable estado físico del actor, que a sus 42 años es capaz de rechazar la aparición de especialistas y arriesgarse hasta en las escenas más comprometidas y que requieren de mayor resistencia física.
Opinión final de la película española “Solo” (2018)
En conclusión, “Solo” (2018) es una propuesta impactante a nivel visual -tanto por su fotografía, sus localizaciones, sus planos… todo le acompaña- que es capaz de sumergirnos en una estremecedora e impactante historia real de supervivencia. Además cuenta con la interpretación de primera de Alain Hernández. Sin duda, una cinta a tener muy presente a la hora de elegir sala este fin de semana.