Diez minutos es lo que necesita un espectador para saber si una película merece la pena. Si en diez minutos uno ya está pensando en la lista de la compra, la película ya no tiene nada que hacer. ‘Snowpierces (Rompenieves)’ consigue atraparnos en cinco minutos y a los diez estaremos locos de alegría si miramos al reloj para darnos cuenta de que todavía le quedan casi dos horas llenas de sórdidas y oscuras sorpresas…
Si buscas la serie de Snowpiercer (Rompenieves), aquí tienes la crítica:
Sinopsis de la película ‘Snowpiercer (Rompenieves)’
Ya hace 17 años que el mundo quedó totalmente congelado tras un fallido intento de los científicos para reducir el calentamiento global. Sólo unos pocos supervivientes lograron salvarse del holocausto mundial al poder embarcar en el tren autosuficiente llamado Snowpiercers (Rompenieves), propiedad del genio Wilford (Ed Harris) que recorre el mundo entero a gran velocidad sin parar jamás para evitar la congelación y preservar la vida de sus pasajeros. Sin embargo, al igual que ocurre en la sociedad actual, existen pasajeros de primera y tercera clase. Los de primera viajan delante y se rumorea que cuentan con lujos y privilegios con los que ni siquiera sueñan los andrajosos viajeros de tercera, que viven en la más oscura inmundicia de la parte trasera del tren.
Un hombre, Curtis (Chris Evans), está dispuesto a retar la autoridad de los guardias armados haciendo lo que sea necesario para abrirse paso hasta llegar a la locomotora donde reside Wilford. Acompañado de sus leales seguidores y siempre buscando el bien de su gente, descubrirá oscuros e inquietantes vagones llenos de peligros para sofocar la revuelta que se avecina.
Crítica de la película ‘Snowpiercer (Rompenieves)’
No hay nada que pueda conmoverme más en el cine que una película de ficción con las pelotas bien puestas con un guion bien argumentado y definido. La ficción fantástica me gusta porque, en el mundo de la imaginación todo vale y, con la justificación adecuada, hasta lo más impensable, logra tener sentido dentro de un marco adecuado. En este caso, la lucha de clases, puede llegar a una expresión tan épica y emotiva como oscura y perversa se desentraña la trama que nos exhibe Snowpiercer (Rompenieves). Y todo eso, lleno de matices, claroscuros, bromas, segundas intenciones… Vamos, que lo tiene todo.
Y es que este tipo de películas, que por un lado son tan evidentes en sus justificaciones, no tienen pelos en la lengua a la hora de sacar a relucir la mierda que nos rodea apoyándose justamente en aquello que se sustenta: la ficción desmedida tras la que se esconde el engaño y la mentira. Pero es en el juego de tramposos donde reside una verdad tan evidente cargada de paralelismos en la que caben asociaciones de ideas como el régimen general por el que se mueve el mundo… pero también es una alocada historia techno punk sin florituras en el quien puede descubrir algo tan evidente (o no) como el mandamiento que los ciudadanos respetamos, porque las cosas son así y así nos han venido dadas: “cada uno en su sitio”: Los de primera delante y los demás atrás.
Con esta sencilla premisa y una corta introducción maravillosamente inquietante, parte sin destino el tren-arca Snowpiercer (Rompenieves)con los últimos supervivientes de la humanidad. Un tren sin paradas, pues las accidentales gélidas temperaturas provocadas por los científicos diecisiete años atrás para combatir el calentamiento global, han convertido al planeta tierra en un lugar inhóspito carente de vida en el que la parada del tren significaría la muerte por exposición directa al frío extremo glacial.
Snowpiercer (Rompenieves)da a los fans de los temas postapocalípticos lo que quieren. El director surcoreano Joon-ho Bong, se toma muy en serio esta adaptación de la novela gráfica “Le Transperceneige”, como ya lo hiciera con la sorprendente película “The host”, dando la dimensión adecuada a un tema difícil de llevar y de creer como lo es la lucha de clases tras el fin del mundo, donde un cigarrillo “Marlboro rubio”, con mención de marca incluida, resulta todo un acontecimiento. Eso, y algunas que otras disparatas situaciones, están tan bien justificadas dentro de la película que por increíble que parezca, siempre logra mantener intacta la verosimilitud de su argumento.
Visualmente atractiva, con cada escena y toma se mostrará un cuadro, o mejor dicho viñeta, en la que la composición, acompañada de una buena banda sonora, transmitirá una emoción y tensión, siempre en aumento, acorde con el avance de los protagonistas y el desarrollo de la trama que es oscura, negra, perversa, tan llena de inquietantes sorpresas como recodos desvencijados tiene el tren en el que, el protagonista Chris Evans, últimamente en el estrellato gracias a su interpretación de “El capitán américa”, tiene muchos secretos por descubrir. Rompenieves, también contará en su reparto con caras tan míticas como John Hurt (Alien, el octavo pasajero), Ed Harris (Una mente maravillosa), Ewen Bremner (Trainspotting), la caracterizadísima Tilda Swinton (Adaptation, el ladrón de orquídeas) o Jamie Bell (Billy Elliot) quien realizará el papel de joven protegido del héroe.
Todos grandes actores para una magnífica película de ficción posapocalíptica que sin prejucios y sin miedos se lanza a contar una historia inusual, dramática, llena de matices, analogías, segundas intenciones e interpretaciones. Quien tenga la oportunidad de disfrutarla, que por favor vaya al cine. Cerrad la boca a los capullos que ven las películas de forma ilícita pero que luego se vanaglorian por haber visto todas las películas “de culto” diciéndoles: “Esa película la vi en el cine y fue la hostia”.