Tras su paso por el Festival de San Sebastián, por fin llega a España el último trabajo del australiano Jonathan Teplitzky, ‘Un largo viaje’, un drama bélico en el que una pareja lucha porque el pasado no termine por destruirles.
Sinopsis de la película ‘Un largo viaje’
Eric Lomax (Colin Firth) es un ex-combatiente del Ejército Británico enamorado de los trenes que vive torturado por el pasado. Cuando en un viaje conoce por casualidad a Patricia (Nicole Kidman), su vida parece dar un giro y concederle una nueva oportunidad. Lamentablemente, su feliz matrimonio no puede calmar su alma angustiada y Lomax cae de nuevo en un mundo de pesadillas y recuerdos que parecen dominar su presente. Angustiada, Patricia busca ayuda para que su marido consiga superar los miedos que le hacen creer que aún es preso de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Crítica de la película ‘Un largo viaje’
Enfrentarse a la realidad siempre es difícil; enfrentarse a la realidad de uno mismo lo es aún más. Un largo viaje parte de una historia real (el libro escrito por el propio Lomax sobre su cautiverio, The Railwayman) e invita a reflexionar sobre numerosos temas. Para su desgracia, quizás demasiados.
A través de un cruce de relatos, el film de Teplitzky se mueve por dos momentos temporales: el primero y principal se corresponde con los años 80, en los que Lomax y su mujer Patricia intentan sobrevivir a una vida marcada por el pasado y por la imposibilidad de aceptarlo y hacerle frente. Si bien esta parte del film pretende presentar a los personajes e introducirnos en la verdad de sus vidas (destaca la contenida interpretación de Colin Firth y la afectación de Stellan Skarsgård frente a una demasiado hierática Nicole Kidman), su ritmo pausado y en búsqueda de una profundidad consciente convierten a esta parte del metraje en artificiosa y lenta.
Frente a ella, la parte del relato que realmente consigue atrapar la atención del espectador es la relativa a los sucesos posteriores a la rendición de Singapur en 1942 y que vienen introducidos por las pesadillas o los relatos de lo ocurrido. Teniendo como referente cinematográfico “El puente sobre el rio Kwai” (David Lean, 1957), el espectador se enfrentará en esta parte de ‘Un largo viaje’ a la deshumanización que conllevó la construcción de las vías del ferrocarril. Destacando el trabajo de interpretación del joven Jeremy Irvine (al que ya se pudo ver en “War Horse” – Spielberg, 2012-), la sucesiva inclusión de estos flashbacks consigue, a la vez que retrata la dura realidad a la que los soldados británicos tuvieron que enfrentarse, construir la figura de Lomax de manera que el espectador comprenda poco a poco las circunstancias fortuitas por las que llegó a convertirse en la pieza clave de la resistencia inglesa y la magnitud del castigo que sufrió como consecuencia.
Ganando en ritmo y profundidad en el último tramo (en el que pasado y presente se ven obligados a enfrentarse), ‘Un largo viaje’ consigue reconciliar finalmente al espectador con una historia en la que héroes y villanos recorren una línea demasiado fina y en la que las circunstancias parecen jugar un papel demasiado grande como para permitirnos realizar un juicio moral de los protagonistas.
Con una fotografía muy cuidada que busca marcar una diferencia visual muy clara entre los momentos temporales y espaciales (la cálida Singapur frente a la oscura y fría Inglaterra), el estilo elegido por Teplitzky se caracteriza por la sobriedad y el clasicismo. Predominando el plano contraplano que aísla a los personajes en sus debates interiores (afianzada esta sensación por el habitual uso de los zooms de acercamiento), por encima de conjuntos que los reconcilien con su entorno, se presta gran atención a la composición de unos encuadres que, más que imágenes en movimiento, parecen sugerir fotografías que remiten a un tiempo extraño y oscuro de la historia contemporánea.
Un largo viaje constituye así una película que gana según consigue desprenderse de su artificio para centrarse en la historia. Planteando levemente temas como la incomunicación, el coste del progreso, la mentira bajo los vencedores y vencidos o la significancia del perdón, la película de Teplitzky conseguirá hacer disfrutar a los espectadores que la sepan aceptar por lo que es.
