Jack O’Conell protagoniza uno de los estrenos más esperados de la semana, la película “71” dirigida por Yann Demange. Angustioso y desesperado drama donde un soldado “perdido” en tierra enemiga tendrá que luchar por sobrevivir.
Sinopsis de la película “71” de Yann Demange
Gary Hook (Jack O’Conell) forma parte del grupo de soldados británicos destinados a imponer el orden y la paz en una Irlanda dividida e inmensar en tiroteos, disturbios, atentados y protestas masivas. Durante la famosa revuelta en las calles de Belfast del 1971, nuestro protagonista será abandonado por su unidad dejándolo a su suerte en pleno conflicto. Consciente de su peligrosa situación, Gary deberá sobrevivir y encontrar el camino de regreso hasta su campamento base, mientras tras sus talones tiene a un grupo de reveldes denominados IRA.
Crítica de la película “71” de Yann Demange
Un soldado que se encuentra abandonado a su suerte en tierra hostil. Frenéticos y angustiosos 100 minutos en los que viviremos con un sólo objetivo final en mente: sobrevivir. Una huida precitada o un fallo logístico sobre el “campo de batalla” que darán lugar a la vertiginosa persecución donde nuestro protagonista Gary Hook (Jack O’Conell) es la presa a la que dar caza. Esta será la premisa de la que parta la película “71”, uno de los estrenos más esperados del fin de semana.
Sin duda, la película de “71” supone un punto de vista innovador y arriesgado de la tan llevada al cine problemática de Irlanda del Norte. A la mente nos vienen sin remedio títulos como “En el nombre del padre” (1993) o “Hunger” (2008), pero la cinta ante la que nos encontramos basa su trama en el peculiar acierto de omitir los detalles políticos que han llevado hasta esa situación actual de violencia. Prescindiendo de explicaciones previas e innecesarias, causa del acertado ritmo de “71”, Yann Demange nos introducirá de lleno en el verdadero drama de una guerra, sin tapujos ni contemplaciones: niños con armas; familias rotas por la pérdida de un ser querido; la barbarie de cuerpos mutilados o sin vida aglutinados en las calles; amigos, familiares y vecinos divididos por sus diferentes ideas políticas; espionaje y denuncias falsas; inseguridad en las calles. Esa original y efectiva forma de penetrar en un conflicto bélico desde sus mismas entrañas será la que deje fascinado al espectador.
Con estas armas Yann Demange (‘Dead Set: Muerte en directo’) ha logrado poner de acuerdo a crítica y público, cosa que no resulta nada sencilla. En su puesta de largo en la gran pantalla observamos absortos las capacidades de este joven director al mezclar thriller, acción, suspense y bélico -bajo un transfondo histórico- de manera realmente inteligente. Aportando cierto grado de compromiso, Demange no quiere renunciar a grandes secuencias más propias de las producciones hollywoodenses.
Cámara en mano el director introduce ese dinamismo y desasosiego en la sala de butacas, no quiere dejarnos fuera del drama interno que vive este soldado planteándose el por qué demonios se encuentra escapando de una guerra que nada tiene que ver con él. La desesperación acecha en cada esquina de “71”, donde más allá de buenos y malos o de buscar culpables, lo que importa es sobrevivir a un horror incomprensible para cualquier ser humano.
Por su parte el carismático actor Jack O’Conell -al cual ya vimos hace pocas semanas en “Invencible” (Unbroken)– se ha encargado de aportar a la película lo mejor de sí mismo en cada una de las secuencias -misión nada sencilla por el marcado carácter individualista del guion-, cosa que hace brillar aún más el resultado final de la película “71”. No hace falta demasiado texto, su mirada transmite al mismo tiempo el terror de encontrarse inmerso en una situación semejante y la fuerza para luchar ante cualquier obstáculo. Sólo tendrá como aliado a su propio afán de supervivencia, que por cierto no conoce límites…