Acantilado (2016) de Helena Taberna se estrena en las salas como una interesante propuesta, con un arranque certero y potente, que se perderá durante su desarrollo a causa de un guion irregular.
Crítica de la película ‘Acantilado’ (2016)
Acantilado, uno de los estrenos nacionales del fin de semana, nos presenta un thriller de personajes donde el conflicto principal girará en torno a la desaparición de una joven captada por una secta en la isla de Gran Canaria. Silencios, secretos y engaños se dan lugar en la nueva película de la directora Helena Taberna (La buena nueva, 2008) que ha decido adaptar de manera libre una novela de Lucía Etxebarría titulada ‘El contenido del silencio’.
La historia de Acantilado (2016) se centra en la desaparición deCordelia (Ingrid García Jonsson), una joven que hace tiempo ingresó en una secta que hoy se investiga por un caso de suicidio colectivo. Gabriel (Daniel Grao), un fiscal con grandes aspiraciones, debe trasladarse a las Islas Canarias para intentar ayudar a la policía a localizar a su hermana. Una vez allí recibirá la ayuda de Helena (Juana Acosta), la compañera de piso de Cordelia antes de que ingresara en la secta. Juntos comenzarán una investigación paralela en la que irán descubriendo muchos condicionantes de la desaparición de Cordelia.
La intriga y el aliciente por resolver las incógnitas planteadas desde su arranque se logran mantener durante toda la cinta, cosa de aplaudir, aunque, para ser justos, encontremos por el camino algunas escenas que ensuciarán su resultado final. Quizá el fallo haya sido causado desde guion al querer llevar a cabo esa difícil mezcla entre thriller y película de personajes, fijando el foco más allá de la investigación sobre sectas y rituales y sobre la búsqueda de la desaparecida Cordelia. Los personajes de Acantilado tienden a tomar las riendas, en un claro intento de resaltar sobre esa trama principal mediante la exposición de sus anhelos, silencios, secretos o deseos que dejan entrever las luces y sombras de su pasado y su presente. Sin ese desarrollo tan confuso, donde el alma de personajes se alza sobre los acontecimientos que intentan narrarnos, la película hubiera logrado mantener el clímax conseguido con su potente arranque donde veremos a un grupo de jóvenes vestidos de blanco suicidándose de manera colectiva al lanzarse desde un acantilado.
A nivel visual Helena Tabernadeja notar su amplio bagaje como directora de documentales. Las imágenes hablan en muchos momentos por sí solas. Soledad, deseo, fuerza, silencio, se dejan notar en cada imagen, en cada plano, envolviendo el espectador en esa atmósfera de reproches, tormentos y tristeza interior con un cierto aura fantasmal y fría. Desde luego a nivel fotográfico y técnico la película es impecable.
Todo ello harán de Acantilado (2016) una propuesta interesante tanto a nivel técnico como actoral pero irregular en su guion, que le costará terminar de conectar con el espectador. Claramente según avanza la cinta encontraremos ciertos episodios inverosímiles -por lo menos sin una explicación más amplia del arco dramático de los personajes- que dificultarán su avance, logrando sacar al espectador de esa atmósfera oscura e intrigante que se había planteado. Lástima porque de no haber entrado en esos derroteros innecesarios, la película podría haber optado a recoger meritoriamente el testigo de la brillante ‘La isla mínima‘.
