Creed II supone la segunda entrega del relanzamiento de la franquicia Rocky con Adonis, el hijo de Apolo Creed, como protagonista. Una secuela que puede resultar algo rutinaria ya que no presenta gran novedad para los espectadores de la saga original. Aún así resulta disfrutable y entretenida, además de ser capaz de enganchar a la historia de Rocky a los jóvenes que se acerquen por primera vez a la franquicia.
Crítica de la película Creed 2
Creed II era la prueba de fuego a la que se enfrentaba una franquicia con ocho películas en su haber. Tras la entrega de 2015, con unos resultados notables, se esperaba que esta nueva incursión en el universo del boxeo estuviese a la altura. La realidad es que nos encontramos ante una película muy rutinaria en su argumento, que no presenta ningún tipo de sorpresa y que se siente excesivamente deudora de sus precedentes.
El guion escrito por Sylvester Stallone y Ryan Coogler parece a ratos un remake encubierto de “Rocky IV” (1985). Nada en este libreto es capaz de sorprender a un espectador que lleva viendo ocho cintas de la saga con una estructura casi idéntica y que aquí se repite, siguiendo los preceptos de los popes del guion como Field y MCKee, convirtiendo en predecible cada uno de los avances que realiza la historia. En esta ocasión el papel de Rocky es mucho menor que en la anterior entrega, ganando protagonismo el propio Creed y su drama personal, lo menos interesante del film. El rescate del personaje de Ivan Drago acaba siendo casi anecdótico, con poco texto y escaso protagonismo.
La dirección de Steven Caple Jr., con solo una película en su haber, es correcta, con algunos momentos interesantes como la presentación de Rocky, pero palidece si se compara con su predecesor. El trabajo de Coogler está a años luz de del de Caple Jr., dejando de lado los planos secuencia y sobre todo la épica, algo que hacia grande al episodio anterior, y que aquí no consigue despegar ni siquiera en la ya habitual secuencia de entrenamiento. Por tanto, el realizador deja la misma sensación que la película, la de estar varios pasos por detrás de su precedente, cuando lo que se pedía, como en toda secuela, era “más y más grande”.
La música de Ludwig Göransson no goza de tanta presencia como en “Creed” (2016) aunque vuelve a recuperar su gran tema principal con alguna variante. También suenan temas míticos de la saga que siempre consiguen hacer relucir la nostalgia.
Michael B. Jordan vuelve a encarnar con pulso a Adonis Creed. El intérprete se luce tanto en las secuencias más emocionales como aquellas que exigen toda su potencia física, haciendo que su dolor sea palpable en la pantalla. Tessa Thompson sigue manteniendo buena química con Jordan, y juntos protagonizan uno de los momentos más desgarradores de la película. Lástima que Sylvester Stallone anuncie su retirada de la saga, pues sus últimas apariciones como Rocky le mostraban en un buen momento interpretativo y en esta cinta nos regala dos escenas donde está fantástico. Menor es el papel de Dolph Lundgren, el cual queda ensombrecido por la potencia física de Florian Munteanu, un amenazador Viktor Drago que hace sufrir a Creed y aterroriza al público.
Opinión final de la película Creed 2
“Creed II” es una secuela competente que resulta entretenida, pero tiene miedo de arriesgar y se queda anclada en lugares comunes que pueden resultar tediosos para el espectador veterano que lleva siguiendo la saga desde sus inicios. Sin embargo, los más jóvenes que no conozcan la saga original, y a pesar de la bajada de calidad respecto a la entrega anterior, la disfrutarán y puede que incluso se queden con ganas de más.