David Trueba intenta repetir la fórmula de éxito de ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ embarcándonos en un nostálgico viaje de juventudes pasadas. ‘Casi 40’ pretende tocar la fibra sensible de la generación que creció con la cabina de teléfono y salió de fiesta con un Motorola que no le entraba en ningún bolso.
Crítica: “Casi 40” de David Trueba
David Trueba (Vivir es fácil con los ojos cerrados)llega a la cartelera con lo que pretende ser un canto generacional a modo de road movie musical. Y se queda en eso, en una promesa, porque la película no despierta ningún sentimiento ni interés, más allá de pensar por qué la actrizLucía Jiménez no se dedicó a la música durante su juventud. La fama que tenía gracias al éxito de la serie de televisión“Al salir de clase” y su preciosa voz, podrían haberla hecho triunfar en el mundo de la música con un estilo que recuerda a las desaparecidas “Ella baila sola” (vale, el grupo sigue pero no con la mismas dos componentes y con un éxito que las hace casi inexistentes en el panorama musical).
Ojo, que Trueba lo sabe, y conocedor del magnetismo que transmiteLucía Jiménez cada vez que coge la guitarra y se dispone a cantar alguno de los temas de la película(ahora puedes disfrutar del directo de las canciones de la película en conciertos íntimos junto a su hermana, Rebeca Jiménez), deja algunas de sus actuaciones completas, tal cual. Y es sólo entonces cuando la cinta gana y logra transmitir esa frescura, cercanía y nostalgia que pretendía desde un inicio. Quizá esos sean los únicos momentos en los que la película logre despertar las emociones en el espectador, cansado ya de acompañar sin más a dos amigos en una gira por los pueblos de Castilla-León.
“Casi 40” pretende ser la estampa nostálgica de una generación. Aquella que creció con los ‘Fraggle Rock’ o ‘La bola de cristal’, conel éxito musical de las Spice Girls o los Backstreet Boys y donde en el cine triunfaba un Leonardo DiCaprio naufragando en el ‘Titanic‘. Pero lamentablemente no lo consigue, y eso que el director y guionista intenta repetir la fórmula de éxito que usó en ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, donde el propósito y el viaje eran los mismos, pero allí con la marcada añoranza de los años 60. En aquel momento el viaje nostálgico lo realizaban nuestros padres, ahora intenta embarcar a nuestra generación en la misma añoranza de una juventud ya pasada. Lamentablemente puedo confirmar que recientemente el concierto “Love the 90´s” consiguió de manera más eficaz dicho propósito.
En “Casi 40” acompañaremos a Ella (Lucía Jiménez), cantautora de éxito en la anterior década, ahora retirada de los escenarios y casada con un futbolista, y él (Fernando Ramallo), vendedor de cosméticos naturales. Dos amigos de la adolescencia que poco a poco la vida separó y que ahora vuelve a unir esta humilde gira.
La película queda envuelta por un pretendido sentimiento de nostalgia que queda latente en el juego que plantean sus dos protagonistas durante su viaje enfurgo. “A modo‘Un, dos, tres’, por veinticinco pesetas, dime qué ha desaparecido de nuestras vidas en los últimos veinte años: los mapas, las agendas de teléfono, las pesetas, las cabinas de teléfono, las postales…” si te paras a pensarlo da vértigo, la lista es interminable. No creo que hasta el momento ninguna generación haya pasado por tantos cambios en tan poco tiempo.
Hoy, a las puertas de cumplir los cuarenta nos planteamos ¿y ahora qué? La juventud perdida nada ni nadie nos la podrá devolver, ni las cremas antiarrugas ni las películas de Trueba. Pero si pudiésemos ¿volveríamos atrás en el tiempo? ¿cambiaríamos algo? ¿viviríamos más intensamente? ¿aprovecharíamos más aquellos instantes? ¿hemos conseguido lo que nos propusimos? Esas son las preguntas que se plantearán sus dos personajes protagonistas, interpretados porFernando Ramallo y Lucía Jiménez, durante la cinta.
Lamentablemente “Casi 40” no llega a plantear de manera eficaz todas esas cuestiones e inquietudes, quizá porque sus diálogos -el 99% del peso de la película- resultan demasiado forzados. Aún así hay que decir que fue Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga en su pasada edición.