En 2010 cuatro de los actores más talluditos del cine norteamericano fueron reclutados para una adaptación de un comic que no habían leído. No tardaron en hacer una película divertida que no fue mal en taquilla. Hoy, todavía recordando tiempos mejores, sobreviven presentando la segunda parte: Red 2. Si usted tiene tiempo libre, y ganas de divertirse durante dos horas, tal vez pueda ir al cine a verlos.
RED 2: Trailer – Crítica de Cine
RED 2: Sinopsis – Crítica de Cine
El ex agente de la CIA Frank Moses (Bruce Willis) ha abandonado la acción y vive plácidamente con su novia Sarah (Mary Louise Parker). Sin embargo, la acción no le quiere abandonar a él y reaparece en forma de su ex compañero Marvin (John Malkovich), que le reclama ante la reaparición de un dispositivo nuclear de la guerra fría. A regañadientes, Frank tendrá que enfundar de nuevo la pistola y enfrentarse a enemigos nuevos, y otros bien conocidos, como su ex amante y espía rusa Katja (Catherine Zeta-Jones) o la británica Victoria (Helen Mirren). Y todo ello mientras huye de Han Cho Bai (Byung-hun Lee), considerado el más despiadado asesino a sueldo del mundo. ¿Puede recargarse más una sinopsis? Pues sí, en la segunda parte de la película aparece Anthony Hopkins encarnando a un científico loco.
Crítica de Red 2– Crítica de Cine
De todos los escenarios en los que se debate la convulsión que atraviesa el séptimo arte, particularmente el que me resulta más interesante es el que afecta al cine comercial. Porque, siendo francos, siempre ha tenido fama de acomodado. La “americanada” de turno barre en taquilla y recibe los parabienes del gran gurú del sector en esta época: El target adolescente. Pues no te creas. De un tiempo a esta parte (me atrevería a decir que desde que Lucas lanzó la nueva trilogía de Star Wars) al cine más palomitero le tiemblan las piernas y sufre, como una Gloria Swanson cualquiera, del trauma del que lo tuvo todo y ahora no sabe cómo recuperarlo.
Las causas se dicen que son múltiples (piratería, cambio de público, globalización) y en realidad solo es una: El desgaste del propio género. Las soluciones que se ofrecen también son diversas: Películas más espectaculares (tres dimensiones), especificación del público al que van dirigidas (el público más Nerd de “Los Vengadores” por ejemplo) o la reformulación completa del concepto (Al estilo de Christopher Nolan, al que no me referiré aquí porque no viene al caso y estamos de buen rollo).
Y mientras todo esto ocurre, como en todas las revoluciones quedan víctimas en los arcenes. Una somos el público criado en los 80 y 90, nostálgicos profesionales, que coreamos en los cines la sintonía de “Cazafantasmas” recordando tiempos mejores. (Lo cual es divertido pero, reconozcámoslo, más triste que un pony atado a un radiador). Otra, por supuesto, los actores y directores de aquellas obras maestras, (“La Jungla de Cristal”, “Mentiras Arriesgadas”) que tienen que adaptarse a los nuevos tiempos.
Como la traslación directa (léase “La Jungla 4.0”) daba por resultado michelines saltarines y gritos de “No corra tanto, abuelo, que le va a dar algo”, Stallone creó el concepto de “hacer del actor el personaje” y pobló las pantallas con personajes que hacían de la nostalgia su materia prima: El ex boxeador de la nueva “Rocky”, el exguerrillero de la nueva “Rambo”… y en este nuevo género se enmarcó la primera “Red”, adaptación del cómic homónimo con un ramillete de stars de Hollywood encarnando antiguos héroes que tienen que volver a la acción. El resultado era simpático, la trama ágil y el carisma de sus protas tapaba los agujeros que tenía el guión. Funcionó. ¿Y qué pasa cuando algo funciona? Que se hace una secuela.
Y en esas estamos. “Red 2” parte con los mismos parámetros que la original y con los añadidos que debe tener toda segunda parte: Más acción, un nuevo conflicto para el prota (esta vez comprometido) y más personajes (Aquí se unen a la fiesta Zeta-Jones y Anthony Hopkins). El resultado, a mi juicio, es también similar: Una aventura fresca, rápida y vertiginosa, que funciona a la perfección en cuanto que maneja brillantemente las convenciones del género de espías y pone el foco donde debe de estar, que es en el carisma de sus protagonistas.
Sin embargo, uno echa en falta que la propuesta quede perfectamente redondeada, y “Red 2” deja una inevitable sensación de quedarse a medias. Por un lado, juega a la parodia (esa Helen Mirren disparando por las dos ventanillas de un coche que va a toda velocidad) pero por otro no puede escapar de ciertas concesiones a ese cine moderno, como si le diera miedo despegarse en un viaje hacia el pasado. Ahí está la estética cómic, la planificación de las escenas de acción y, sobre todo, el personaje de Han Cho Bai, demasiado de laboratorio y con el que el libreto, literalmente, no sabe lo que hacer.
Así pues, la propuesta de Dean Parisot (reputado director de capítulos de series como “The Good Wife” o ¡”Modern Family”!) resulta un tanto aséptica. Una lástima para los nostálgicos como el que aquí firma, pero tal vez un acierto en términos de taquilla. En todo caso, viendo los tiempos que corren, “Red 2” sale airosa. Y es que en una época en la que hasta a Superman le da por dejar de pelear y poner cara de palo, el “café para todos” veraniego casi resulta un regalo…