En 2010 cuatro de los actores más talluditos del cine norteamericano fueron reclutados para una adaptación de un comic que no habían leído. No tardaron en hacer una película divertida que no fue mal en taquilla. Hoy, todavía recordando tiempos mejores, sobreviven presentando la segunda parte. Si usted tiene tiempo libre, y ganas de divertirse durante dos horas, tal vez pueda ir al cine a verlos.