Jean Reno y Alban Lenoir protagonizan esta simpática película de acción dirigida por Benjamin Rocher. Trama ligera, acción pensada y tópicos bien encajados.
Benjamin Rocher, el director de Escuadrón de Élite (Anti Gang en su versión original) es un tío que tiene pelotas. Su primera película, La horda, la dirigió junto a Yannick Dahan y consistía en escuadrón de policías que tenían que meterse en la guarida de una banda de delincuentes para darles matarile hasta que aparece una horda de zombis y se lía parda. Los humanos se ven en la obligación de cooperar (o no, a ver quien se puede fiar de una despiadada banda de delincuentes). Su segunda película, Goal of the Dead, se quedaba con los zombis -un equipo de futbol quiere derrotar a sus archirrivales de toda la vida pero un miembro de estos, que es un chungo infernal, se dopa con una sustancia que le convierte en zombi-, el humor, e introduce uno de los actores más frescos que he tenido el placer de descubrir en esta, Alban Lenoir. Así, Benjamin Rocher, en esta Escuadrón de Élite, deja de lado a los ya más que manidos zombis para meterse de lleno en una película de acción que tiene pelotas, a pesar de ser más de lo mismo.
Crítica Escuadrón de Élite: Son duros pero no inmortales
Cuando uno asiste a un pase de prensa de una película que se estrena directamente en plataformas digitales no espera encontrarse con una obra maestra del cine contemporáneo. Es más al contrario. Ni siquiera Jean Reno como protagonista es garantía de nada (y más cuando su colega Luc Besson ha hecho “grandes obras” del aburrimiento como Malavita con Robert De Niro y Michelle Pfeiffer). Así que esta película, pese a tirar de los tópicos sobre un escuadrón de policía rudo, sobrado de confianza, liderado por un tarado irresponsable (Jean Reno), cuyo lugarteniente es un crío que pasa la treintena (Alban Lenoir) y el jefe de la banda de ladrones (Jakob Cedergren) a la que se enfrentan es poco más o menos que el hijo de satán.
Pues bien, sí, veremos muchas cosas que ya hemos visto antes y que como el género de zombis, ya están más que explotadas. La diferencia en esta película y el resto del género de acción hollywoodiense es que esta es sincera y consecuente. Son un equipo de pirados, sí; de chulos prepotentes, sí; de descerebrados que se saltan la seguridad, sí; pero cada acción tiene su consecuencia… y eso le imprime carácter y pelotas. Algo que los americanos, por muy bien que lo hagan, son tan exagerados que ni por mucho que traten de victimizar a sus héroes, arrancan un leve sentimiento de empatía. ¡Tíos! ¿Pero cómo no va a salir del atolladero Vin Diesel? ¿Cómo no va a rescatar a la chica? ¡Eso es imposible! Sin embargo, en Escuadrón de Élite, las balas hieren y matan. A pesar del constante tono de humor y de sus espectaculares escenas de acción, la tensión será un plus ya que no hay motivos para dar de baja a cualquiera de los protagonistas.
Las escenas de acción están muy bien llevadas y justificadas. Duran lo necesario y no pecan de excesos. Habrá peleas cortas e intensas -hay una protagonizada por mi queridoAlban Lenoir contra una mole hipertrofiada fantásticamente bien pensada y coreografiada-, persecuciones a pie, en coche, largos tiroteos, bien de puñetazoa y un par de acciones de riesgo interesantes… y el director sabe aderezarlo todo para que, según en qué momento, un plano en cámara lenta acompañado por una inquietante melodía ponga alerta al espectador por lo que pueda suceder.
El guion es sencillo. Este equipo anti escoria utiliza los métodos más contundentes para barrer a los delincuentes de la ciudad de Paris. Su jefe que es el peor de todos, Serge Buren, los dirige desde la veteranía -en contra de lo que piensan algunos, Jean Reno está total con su look pasado de rosca (a mi me recordó a un Papá Noel de mala hostia)- mientras que el comisario Becker (Thierry Neuvic) desaprueba -con razón- los métodos y los costos de este escuadrón, a parte que no sabe que Serge tiene una relación con su esposa (Caterina Murino) también miembro del escuadrón. Suena a lo mismo de siempre, y lo es, pero todo tienen una argumentación y un punto de vista inesperado y cercano que logra despertar la empatía del espectador. No como los musculosos e intocables de USA, los cuales, invulnerables a las balas, la vida, las consecuencias, y a la actuación, consiguen dejarnos indiferentes.
Repartidas las zanahorias ahora tocan dar un par de palos. La música en según que ocasiones no hace un favor a las escenas de acción. Trata de imprimir un toque épico a algo que no lo es así que lo que consigue es despertar una sensación incómoda. No llega a arruinar la película pero sí que consigue desviar la atención para hacernos esta pregunta: ¿En serio esto es necesario? Paradógicamente, esta misma melodía sí que llena de intensidad otros curradísimos planos cargados de sencillez y narrativa en los que todo se cuenta con la cámara (vaya, parece que todavía me quedaban zanahorias). El guion, pese a todo lo bueno que aporta, está sustentado sobre algo tan manido que no llama ni ligeramente la atención y, en según que escenas y situaciones, borda el precipicio del ridículo. No llega a caer, por suerte, pero nuestrasneuronas espejonos harán sentir el vértigo.
En resumidas cuentas. Escuadrón de Élite merece por derecho su visionado en cualquiera de las plataformas digitales en las que se encuentra ya disponible. En versión original o doblada, por lo que he visto en el trailer, merece la pena.