Arriesgada, provocadora, perversa y muy lúcida. En la línea de una pieza esperpéntica de Valle-Inclán. Sirve como espejo deformador y grotesco tanto de nuestros complejos más recónditos, como de los atributos efímeros y materialistas que nuestra sociedad promociona. Lástima que el director y guionista, Dan Gilroy (Nightcrawler), falle a la hora de entrar a matar; hubiera sido una faena merecedora del rabo y las dos orejas. Denzel Washington sale a hombros y por la puerta grande.
La película 'Guardián y verdugo', basada en hechos reales, narra con acierto la atmósfera de un corredor de la muerte sudafricano, pero se descalabra a la hora de desarrollar un capítulo judicial al más puro estilo de telefilm.
Presentada a concurso en el pasado Festival de San Sebastián, el donostiarra Pablo Malo filma este thriller excesivamente preocupado por la denuncia de los oscuros compartimentos de la lucha antiterrorista que por ahondar en las razones y motivaciones de los protagonistas, en definitiva, por hacer cine.