Notas del director Benito Zambrano
El director de El Salto, Benito Zambrano, expone una reflexión profunda sobre la crisis migratoria, basada en sus observaciones durante el rodaje y en su investigación previa. Zambrano destaca que los migrantes, a menudo, huyen de la pobreza, la miseria o la guerra, enfrentándose a un viaje lleno de sufrimiento y peligro, con la esperanza de alcanzar una vida mejor en Europa. El cineasta recalca la terrible desigualdad que divide el mundo actual en dos: los países ricos y los países pobres, cuyas economías han sido explotadas para beneficio de los primeros. Para Zambrano, la migración es una parte inherente de la historia de la humanidad, un fenómeno natural que debería ser entendido y aceptado en lugar de criminalizado.
Zambrano explicó que cuando recibió el guion de Flora González Villanueva, sintió que finalmente había encontrado una forma honesta y auténtica de abordar el drama de la inmigración irregular, un tema que llevaba tiempo queriendo tratar en el cine. Agradeció especialmente a CINE365 FILMS por atreverse a producir una película que trata este complejo y delicado asunto, así como a RTVE, Canal Sur y otros organismos que apoyaron el proyecto.
Durante la producción, el equipo de Zambrano realizó un exhaustivo trabajo de investigación. Visitaron Melilla para ver de primera mano la valla fronteriza, se reunieron con migrantes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y trabajaron con asociaciones en Algeciras, Sevilla y Madrid para conocer a fondo la realidad de los migrantes subsaharianos. Este proceso le permitió al director comprender mejor las dificultades y sufrimientos que estas personas enfrentan, algo que, según confiesa, desconocía hasta entonces.
Uno de los mayores retos técnicos de la película fue la cuestión del idioma. Una parte considerable de los diálogos se rodó en francés, ya que muchos migrantes provienen de excolonias francesas en África. Además, se usaron otros idiomas como inglés, portugués, árabe y wólof, reflejando la diversidad lingüística y cultural de los migrantes. Esta situación complicó el casting, ya que no había suficientes actores profesionales de origen africano en España, lo que llevó a buscar talento también en Francia. El casting se realizó en dos ciudades, Madrid y París, y se seleccionaron actores africanos tanto para los papeles protagonistas como para los secundarios y extras.
El rodaje de las escenas del salto de la valla representó otro desafío importante. Se construyó una réplica de la valla de Melilla en un terreno cercano a Pelayos de la Presa y en un polígono a las afueras de Madrid. La valla medía más de seis metros de altura, y las escenas requerían a actores y especialistas físicamente preparados para escalarla sin ayuda. Zambrano destacó la energía y entrega del equipo, incluyendo la actriz Edith Martínez-Val, quien interpreta a Aminata, y que trepó la valla con sus propias fuerzas en múltiples ocasiones durante las grabaciones.
En cuanto a la realización técnica de la película, Zambrano resaltó la complejidad de las escenas de acción y el papel clave de su equipo, especialmente del jefe de especialistas Juanjo Rodríguez Gil, del ayudante de dirección Curro González-Cebrián y del director de fotografía Álex de Pablo, quienes lograron coordinar y rodar estas secuencias en los tiempos previstos.
El director expresó su profunda gratitud hacia todo el equipo que participó en la producción, subrayando que El Salto es una película de la que todos forman parte, un esfuerzo colectivo que, pese a las dificultades logísticas, fue realizado con éxito gracias al talento y la profesionalidad de los involucrados.
El Salto, junto con su otra obra Solas, es considerada por Zambrano una de las películas más necesarias de su carrera, una película que busca humanizar a los migrantes, recordando que detrás de las imágenes de personas saltando vallas o llegando en patera hay seres humanos que merecen un futuro mejor.
Zambrano cerró sus reflexiones con una cita del obispo de Tánger, Santiago Agrelo, que describe la dura realidad que enfrentan los migrantes africanos. Según Agrelo, estas personas no son invasores, sino seres humanos que buscan una oportunidad y que, lejos de representar una amenaza, pueden enriquecer culturalmente a nuestras sociedades.
Sinopsis de la película “El salto
Ibrahim llegó a España desde Malí y ahora vive en Madrid con Mariama, trabajando como albañil. Sin embargo, un día es detenido por la policía y, al carecer de permiso de residencia, es deportado a su país de origen. A partir de ese momento, su única meta es regresar a España para reunirse con Mariama y su hija, que está a punto de nacer. Tras un largo y peligroso viaje atravesando África, Ibrahim se instala en el Monte Gurugú, un campamento de migrantes que separa África de Europa. Allí conoce a Aminata, una joven decidida a saltar la valla que los separa de su sueño: llegar a España. No obstante, este desafío físico es algo que no todos pueden lograr.
El Salto denuncia la dura realidad que enfrentan los migrantes subsaharianos, no solo durante su arriesgado trayecto hacia Europa, sino también en su lucha por alcanzar una vida digna una vez han logrado entrar al continente.
Datos de producción
El Salto fue producida por CINE365 FILMS CANARIAS AIE, CINE365 FILMS PRODUCCIONES CINEMATOGRAFICAS, CASTELAO PRODUCTIONS y VIRTUAL CONTENIDOS, en coproducción con NOODLES PRODUCTION (Francia). La película cuenta con la participación de RTVE, Movistar Plus+, Orange, y Canal Sur Radio y Televisión, entre otros.
El rodaje tuvo lugar durante 8 semanas en Madrid, sus alrededores y Tenerife. Para las escenas del salto de la valla, se construyó una réplica de la valla de Melilla en una localización cercana a Pinto, con una altura de 5 metros y un ancho de 36 metros, que fue ampliada digitalmente en la postproducción.
Ficha Artística de El salto
- Ibrahim: Moussa Sylla
- Aminata: Edith Martínez-Val
- Ousman: Eric Nantchouang
- Mariama: Nansi Nsue
Colaboración especial de:
- Elena Jiménez, Vicenta Ndongo, Vicky Peña, Mariola Fuentes
EQUIPO TÉCNICO de El salto
- Dirección: Benito Zambrano
- Guion: Flora González Villanueva
- Productores: Jesús Ulled Nadal, Carlos Fernández, Laura Fernández Brites, Jérôme Vidal
- Productoras ejecutivas: Elena Manrique, Elvira Morales Sales
- Dirección de fotografía: Álex de Pablo
- Dirección de producción: Kati Martí
- Jefe de producción: Rafa Caballero
- Dirección de arte: Koldo Vallés
- Diseño de vestuario: Esther Vaquero
- Montaje: Teresa Font (AMAE)
- Compositor: Pascal Gaigne
- Supervisora de montaje de sonido: Ana Morán
- Supervisora de efectos especiales: Juliana Lasunción