‘El Hobbit: Un Viaje Inesperado’ llega a las pantallas con un estreno a escala mundial. Una historia épica, llena de aventuras y personajes carismáticos, que harán las delicias de los espectadores. Sin duda, ‘El Hobbit’ será la película de las navidades, y aunque sólo sea por su excelente nivel de calidad visual, no decepcionará a nadie.
Sinopsis de la película ‘El Hobbit: Un Viaje Inesperado’
El Hobbit Bilbo Bolsón, recibe la visita inesperada de el mago Gandalf, al que le siguen trece enanos entre los que se encuentran, Thorin Escudo de Roble, el enano heredero del que fue el reino más rico y próspero de todos, hasta que un terrorífico dragón llamado Smaug lo devastó, matando a millares de enanos y quedándose con todas sus riquezas. La intención de la compañía es viajar hasta la Montaña Solitaria para recuperar Erebor, el antiguo reino de los enanos construido en su interior. Para ello los enanos y el mago deberán enfrentarse al temible dragón, pero para encontrar la puerta secreta al interior de la Montaña Solitaria necesitarán la ayuda del pequeño Hobbit, pues sólo sus habilidades como saqueador podrán descubrir “una puerta invisible cuando está cerrada” y ser lo suficientemente escurridizo como para “colarse en Erebor bajo las mismísimas narices del dragón”.
Crítica de la película ‘El Hobbit: Un Viaje Inesperado’
Antes de comenzar a dar mi opinión, debo advertir a aquellos lectores que busquen en esta de‘El Hobbit: Un viaje invesperado’ comparaciones con el libro, deberán aplicarse la palabra que más repite Gandalf a lo largo de la película: “¡Corred!”. Mis recuerdos sobre ‘El Hobbit’ datan de la época en la que la EGB, Espinete y algún que otro partido de fútbol callejero marcaban el horario de mi vida. Por otro lado, tanto es mejor así. Cuando se estrenó ‘El Señor de los Anillos’ todavía tenía muy reciente la novela e hice una feroz crítica sobre las películas que, en mi opinión, se tomaban demasiadas licencias cinematográficas y algunas, bastante absurdas.
No recuerdo si para la promoción de ‘El Hobbit’ están empleando el término “épico”, pero de ser así está claro que razón no les falta. Cuando en los primeros minutos de ‘El Hobbit’ se escucha la “voz en off” de el viejo Bilbo Bolsón (Ian Holm) introduciéndonos los hechos anteriores a su ‘viaje inesperado’, en la pantalla del cine se ven las imágenes de lo que fue el impresionante reino de los enanos. Montañas de riquezas, impresionantes minas abismales, vetas de oro y gemas… sin duda, la palabra que viene a la mente al ver todos esos cuadros de imágenes es ‘épico’. Y no es menos impresionante cuando al poco de mostrar el próspero Erebor, aparece el codicioso dragón para destruir el que parecía un reino eterno. Desde luego, hay que reconocer que la fórmula de “vamos a poner en situación al espectador” que han usado en ‘El Hobbit’, como en la primera entrega de ‘El Señor de los Anillos’ cuando aparece Sauron repartiendo mazazos con su anillo de poder, funciona de una forma excelente. Al gran dragón Smaug no se le llega a ver (algo tendrán que dejar para las dos siguientes películas), pero es sobrecogedor ponerse en el lugar de los pobres soldados enanos que le hacen frente.
Es una película visualmente impresionante. Al igual que en ‘El Señor de los Anillos’, todos los detalles están cuidados al mínimo, pero en ‘El Hobbit’ han conseguido dotar a la película de un dinamismo del que carecían las anteriores entregas. Han sabido imprimir grandeza a los personajes en los momentos adecuados y no han puesto en boca de los actores cosas que son evidentes para el espectador cuando la espectacularidad de las imágenes habla por sí sola. También es cierto que tiene momentos de niños pero, o es posible que estemos curados del espanto al haber visto las anteriores entregas o han sabido comedirse con las gracias. Seguramente, a día de hoy ‘El Hobbit’ puede que sea la mejor película de la saga.
Hay cosas en ‘El Hobbit’ que deberemos pasar por alto. Cosas tan obvias como estrategias de combate, tácticas de guerra, uso de las armas y la gravedad de la Tierra Media, no serán nada realistas. Veremos caídas por abismos insondables que no tendrán efecto alguno en los protagonistas (el único mago, dicen, es Gandalf). Personajes y situaciones fuera de lugar que se salvan gracias a la espectacularidad de las imágenes, como la lucha entre Inmensos gigantes de piedra que se lían a mamporros así porque sí. O el alocado movimiento de cámara en las escenas de acción, con el que gracias a él, se ocultan las pobres coreografías de lucha de los protagonistas y de los especialistas de relleno. Lo bueno es que aunque encontramos usos raros de objetos en la lucha, por lo menos han tenido la decencia de no rebajarse a mostrar nada parecido a un elfo surfeando sobre un escudo por unas escaleras.
Los seguidores de la saga tendrán la sensación de encontrarse en una reunión de viejos amigos, pues en ‘El Hobbit’ vuelven a hacer aparición personajes de‘El Señor de Los Anillos’ para situar en qué momento el viejo Bilbo Bolsón comienza a escribir su gran aventura que es ‘El Hobbit’. Esta es desde luego, una manera muy bonita y entrañable de enlazar las películas.
Tanto los actores que repiten personaje (Ian Mckellen “Gandalf“, Ian Holm “El viejo Bilbo”, Cate Blanchett “Galadriel”, Hugo Weaving “Elrond”, Christopher Lee “Saruman”, Andy Serkis “Gollum”), como los nuevos que se unen a la saga (Martin Freeman “El joven Bilbo”, y el grupo de los trece enanos interpretados por Richard Armitage “Thorin”, Ken Stott “Balin”, Graham McTavish “Dwalin”, William Kircher “Bifur y el Troll Tom”, James Nesbitt “Bofur”, Stephen Hunter “Bombur”, Dean O’Gorman “Fili”, Aidan Turner “Kili”, John Callen “Oin”, Peter Hambleton “Gloin y el Troll William”, Jed Brophy “Nori”, Mark Hadlow “Dori y el Troll Bert”), amén del resto del reparto, hacen un trabajo fantástico. Y he querido nombrar a toda la compañía porque, de no ser todos actores fantásticos, cualquiera de ellos, con una sola frase que estuviera mal interpretada podría tumbar todo el ambiente de fantasía que rodea la película, porque como dijo Stanislavski, gran estudiante del teatro y la interpretación “No hay personajes pequeños, sino actores pequeños”. En una película tan grande como ‘El Hobbit’ no caben “actores pequeños” y las escenas en la que sólo aparecen actores sin más artificio que el decorado, el vestuario y su interpretación son muy buenas, pues en todo momento ves sin dudar a un mago, un guerrero, un elfo…
Conclusión sobre ‘El Hobbit: Un Viaje Inesperado’
Por supuesto, ‘El Hobbit’ hay que verla en el cine. Ni descargas, ni esperar a que la pongan en la tele, ni regalada en Blue Ray, ni DVD, ni nada. Cine. Verla en 3D es opcional (me acostumbro a los efectos en los 10 primeros minutos), pero desde luego, esta es una película que sí o sí hay que ir a verla en la pantalla grande y con un buen bol de palomitas.