El 30 de octubre podremos acercarnos a las salas de cine para adentrarnos en Corea del Norte, el que posiblemente sea el país más hermético del planeta, de la mano de este documental sobre el país asiático titulado ‘The Propaganda Game’.
Sinopsis del documental ‘The Propaganda Game’
Corea del Norte es uno de los países más desconocidos del mundo. Su secretismo y la forma en que hacen uso de la propaganda para mantener controlada a la población se analizan de la mano de Álvaro Longoria -ganador del Goya a Mejor documental por Hijos de las nubes– y su equipo, que intentarán encontrar la verdad y las respuestas de mano de expertos internacionales y habitantes del país.
Crítica del documental ‘The Propaganda Game’
Con el tiempo, Corea del Norte se ha convertido en un país al que Occidente mira con recelo y que no se achanta en mostrar su poderío nuclear, poniendo en jaque a Estados Unidos y todos sus aliados como una de las mayores amenazas para la paz. The propaganda game analiza la dictadura, haciendo un recorrido por sus tres líderes y en menor medida, reflejando el modo de vida de los habitantes del país.
El director Álvaro Longoria, que a través de su propia narración se identifica como obsesionado por Corea, se mantiene bastante objetivo durante todo el metraje, cruzando en pocas ocasiones la frontera hacia lo subjetivo. De esta manera, en algunos tramos, ciertos espectadores puede que lleguen a comprender determinadas actuaciones del gobierno, llegando incluso a cuestionarse si esa propaganda que se denuncia en el documento como controladora del pensamiento, puede ser la misma que nos inculcan desde Occidente en contra de sus enemigos.
La exposición de temas resulta atractiva y no se hace pesada, sobre todo si el espectador no ha visto nada relacionado con Corea del Norte; sin embargo, para aquellos que hayan tenido oportunidad de acercarse a reportajes sobre el tema, puede dar la sensación de encontrarse ante un producto demasiado complaciente consigo mismo, sin llegar a meter el dedo en la llaga en ningún momento. Sin ir más lejos, Jalis de la Serna en su reportaje sobre el tema, llegó a sacar de quicio en más de un momento a ese personaje que es Alejandro Cao de Benos, más relajado en este ‘The propaganda game’ (2015).
La locución de Longoria es escueta, y la historia se desarrolla de manera orgánica con numerosas intervenciones de varios expertos internacionales en relación al país oriental. Lo más interesante a priori, y a tenor del título, la propaganda, queda diluida en pos de otros temas, llegándose a ser anecdótico lo poco que se trata sobre el tema. No se sabe si a propósito o por impotencia, dado el esfuerzo de Alejandro y los suyos por no mostrar la realidad de su sociedad Orwelliana.
‘The propaganda game’ (2015) es una película valiente y necesaria para intentar visualizar la realidad de un país ajeno al resto del mundo, donde se producen atrocidades a diario. La ironía de la propuesta puede llevar a errores de compresión en algunos espectadores. Se echa de menos un poco más de crítica y subjetividad por parte de Longoria y los suyos, aunque el relativo objetivismo del documental funciona como escudo ante las objeciones de los defensores del régimen norcoreano.
