Maribel Verdú le declara la “guerra” a esos pequeñines que no dejan de gritar, corretear y molestar cuando estamos en el cine, en un restaurante, en la playa… ¿te apuntas al club de ‘Sin hijos’?
Crítica de la película ‘Sin hijos’
Maribel Verdú se apunta a la moda de “no se admiten niños” en la cinta que llega este fin de semana a la cartelera bajo el título Sin hijos, una coproducción argentina-española. Y es que los hijos pueden condicionar mucho una relación… ya lo hacen cuando se tienen dentro de la pareja pero más cuando comienzas una nueva relación con esos pequeños e impuestos “lastres” de una anterior relación. Esta película conquistará a todos aquellos que tienen clarísimo que no tendrían un niño ni a cambio de un millón de euros, viéndose así reflejados en el carácter agrio y hostil que proclama a los cuatro vientos -con manual a modo de “Biblia” incluido- hacia los más pequeños la Verdú.
‘Sin hijos’ (2015) es una película amable, con buen ritmo y entretenida con la que pasar un rato sin más preocupaciones que ver como resuelve Gabriel “la papeleta” de tener una niña pequeña y una novia que odia a los más pequeños. Eso sí, no dejará ninguna huella en el recuerdo cinéfilo del espectador ya que no llega a brillar en ninguno de sus campos: una interpretación correcta, un guión correcto, un montaje correcto, una fotografía correcta… nada destaca y ese es el problema. Sinceramente creo que Ariel Winograd ha perdido con esta una magnífica oportunidad de hacer una película gamberra cargada de mucho muchísimo humor. Haber explotado más la fobia “antibabies” de la Verdú habría sido un acierto, eso combinado con e ánimo de “venganza” de la pequeña Guadalupe Manent nos habría regalado grandes escenas y carcajadas. Sin embargo el director dedice tirar más por el lado “correcto” y sentimental para vendernos la dulcificación del personaje de Vicky demasiado pronto…