Víctor Clavijo encarna al sicario nacional, ese que pensábamos inexistente pero cuya figura deambula entre 1.000 desaparaciones anuales sin resolver, en la película Sicarivs, la noche y el silencio.
Crítica. Sicarivs, la noche y el silencio
“Hay gente que está pidiendo a gritos que le peguen un tiro”. Así de contundente es el protagonista de Sicarivs, la noche y el silencio en su discurso. En plena madrugada nos invitará a una de sus habituales jornadas laborales. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio y ese es él. Pero esta noche algo totalmente inesperado pasará, algo temido por cualquier sicario pero que ninguno de los llamados a ejercer esta profesión espera que llegue: el día que no puedas matar a tu “encargo”. Por primera vez en su carrera ha visto sus ojos reflejados en los de su víctima, y no ha podido hacerlo… ahora no le queda otra salida que recorrer el camino a la inversa que le lleve hasta la persona que encargó ese inacabado asesinato. El reloj ha activado la cuenta atrás y su vida es ahora la que corre peligro, ironías del destino, si no da pronto con la raiz del problema esta pequeña debilidad le pasará factura.
Víctor Clavijo es nuestro sicario, la mano -o mejor dicho la voz en off- que nos guiará a lo largo de esta peculiar road movie donde la tregua no está permitida ya que el enemigo acecha de cerca. El actor será el absoluto protagonista de la cinta, dotando de carisma arrebatador a un personaje que habita en la oscuridad de la noche, consiguiendo algo a priori imposible: situar al espectador del lado del sicario. Gracias a su magnífica interpretación comprenderemos mejor el punto de vista de este peculiarSicarivs (del cual no conoceremos el nombre en ningún momento), incluso llegaremos a justificar sus acciones hasta el punto de resultarnos simpático gracias al estilo tan particular que utiliza para narrarnos su versión de los hechos. Sin duda el actor ha sabido encontrar el equilibrio exacto entre frialdad y sarcasmo, algo que le humaniza ante el espectador.
Sicarivs, la noche y el silencio, encargada de abrir la sección Málaga Premiere en el Festival de Málaga 2015, supone el debut en la dirección del guionista Javier Muñoz, una acertada apuesta por el cine negro patrio pero con tintes y guiños a cintas americanas del género tan aclamadas como Taxi Driver o Driver. La corrupción política -siempre de máxima actualidad en nuestro país- sirve como telón de fondo en una historia donde el sicario no es producto del odio o la ambición de unos pocos o de la locura del propio asesino, al sicario de esta cinta le hemos dado vida entre todos nosotros hasta hacerlo imprescindible en una sociedad totalmente corrompida. Y es que como dice su protagonista ¿acaso pensabas que esto no ocurría también aquí?
Lo único reprochable en esta Sicarivs, la noche y el silencio será el tono poético, que llega a resultar bastante cargante en algunas escenas, que usa el sicario a la hora de relatarnos su visión de la profesión y de los acontecimientos. Como espectadora hubiera agradecido en ciertas escenas algo menos de palabrería y más chicha (si tengo que cortarte un dedo del pie de cuajo para que hables lo hago y punto, ¡que soy un asesino a sueldo!).
Dinámica, oscura, entretenida y con una actuación brillante, Sicarivs, la noche y el silencio merece una oportunidad dentro de la cartelera semanal entre aquellos declarados como amantes del cine negro.
