Serie Trackers de HBO: Crítica

Quien mucho abarca, poco aprieta

La serie Trackers de HBO intenta tratar tantos temas como sea posible. ¿El problema? Ante tanta amplitud temática y ante la falta de concreción, todo se diluye. En clave thriller, la producción sudafricana resulta ser una serie llena de altibajos que hoy pasamos a analizar en nuestra crítica de la serie Trackers de HBO.

Sinopsis

Acción y thriller se funden en esta serie que aborda cuestiones como la corrupción política, el terrorismo, el tráfico de animales o de diamantes en Sudáfrica, a través de una serie de personajes y tramas que terminan por entrelazarse.

Escena de la serie Trackers de HBO
Escena de la serie Trackers de HBO

Crítica de la serie Trackers de HBO

La llegada y consolidación de las plataformas de streaming ha abierto una nueva etapa en la historia del cine (sí, las series también han de ser consideradas como cine) y han permitido globalizar y hacer accesible un basto contenido heterogéneo a lo largo del mundo. También ha permitido dar voz a nuevas generaciones de cineastas, actores, guionistas, etc. Sin embrago, tiene sus puntos débiles o desventajas. En mi opinión, la principal es la masificación de contenido, quedando muchos de ellos al margen, independientemente de que estos estén en dicha plataforma. Además, esta sobreproducción, puede conllevar a que gran parte de las producciones realizadas no alcancen un nivel de calidad considerable, siendo meros productos de consumo, carentes de valor artístico.

Una serie en HBO de producción sudafricana

¿Por qué inicio esta crítica de la serie Trackers de HBO con esta pequeña reflexión? Porque todo ello emerge en mi cabeza al comenzar su visionado. Por un lado, es una gran noticia que plataformas como HBO o Netflix apoyen producciones que de otra forma sería muy complicado poder acceder a ellas, a excepción de que dicha serie o película alcanzase un éxito internacional rotundo. En el caso de Trackers, se da la posibilidad al suscritor de HBO de ver una serie de producción sudafricana, lo cual resulta novedoso. Esto nos lleva a la siguiente pregunta, ¿cuánto cine producido en África ve el espectador medio a lo largo de un año? Seguramente muy poco, bien por su inaccesibilidad o bien por prejuicios en torno a las cinematografías africanas. La que nos ocupa rompe esas barreras (más o menos), demostrando que lo que se produce, en este caso en Sudáfrica, se asemeja a los niveles de determinadas producciones europeas o norteamericanas.

Escena de acción
Escena de acción

No logra conectar con el espectador

Entonces, ¿cuál es el problema? Básicamente, es la valoración de la serie. Es decir, Trackers no es la próxima gran serie ni creo que marcará un ante y un después en la historia de las mismas. Si existe un calificativo que resuma lo que es Trackers, ese es el siguiente: indiferencia. Tras ver los primeros tres capítulos, la serie me ha dejado completamente frío. Es cierto que por momentos, concretamente en aquellos en los que acción y thriller se funden de forma intrigante, logra mantener mi atención y estar en tensión ante lo que ocurre en la pantalla.

Es en esos momentos de pura acción donde la dirección y la puesta en escena realmente están bien. Primero porque generan la tensión necesaria para cautivar al espectador. Segundo, porque sorprende no en términos narrativos, pero sí en términos estéticos. Se hace uso de ciertos recursos estéticos que, en principio y en vista a como se ha ido desarrollando el capítulo, uno no lo espera. Aunque, en lo que se refiere al resto del metraje de la serie, la dirección parece inexistente. Trackers es un thriller, y la tensión, el suspense y el interés por descubrir los entresijos de las tramas son elementos que quedan completamente ausentes para el espectador.

Diálogos omitidos…

Por no hablar, y esto es a modo de comentario o aclaración necesaria, de que HBO España no subtitula todos los diálogos, lo cual al espectador le hace preguntarse si esos esos diálogos son necesarios o no para la comprensión de la trama. De no serlo, entraríamos en el terreno del porqué se ha filmado o más, bien, el porqué se ha incluido eso en el metraje final. Y de serlo, genera en el espectador esa sensación de desesperación por estar perdiéndose una posible pista para resolver el puzzle; conllevando a la pérdida de interés en la trama.

Escena de la serie Trackers de HBO
Escena de la serie Trackers de HBO

Personajes estereotipados al máximo

Por otro lado, la construcción de los personaje se basan en clichés. No hay ninguno que no se aleje un poco del tópico. Está la femme fatale, el héroe del que nada se sabe y aparece para hacer justicia, el macarra chulesco que se cree el no va más, el personaje tímido e inseguro de sí mismo y que termina por ser la pieza que conecta y resuelve todo el rompecabezas, etc. Por mucho que sigas viendo el desarrollo de los capítulos, uno se ve venir el arco de transformación de los personajes. Como resultado, sólo es posible que se genere desinterés por parte del espectador. Y el reparto poco puede hacer ante personajes tan encorsetado dentro de ese cliché. No hay margen o atisbo alguno de que alguno de los personajes rompa el molde. Por ello, el reparto interpreta sus roles de forma correcta. No hay ninguno que destaque por encima del otro. Tampoco hay un personaje claro con el que empatizar. Nuevamente estamos ante esa sensación de indiferencia absoluta.

Muchas cuestiones tratadas al mismo tiempo

A mayores, el guion también falla en cuanto a la temática que pretende mencionar o criticar. Abarca tantas cuestiones que termina por perderse. Es cierto que la serie parte de un libro. Pero, téngase en cuenta que literatura y cine son dos medios artísticos con notables diferencias entre sí. Mientras que en la literatura uno puede detenerse el tiempo necesario en exponer determinadas cuestiones; en el cine, por el contrario se exige concreción, pues para ello se emplea como materia prima la imagen. En el caso de la serie Trackers, se abordan cuestiones como la corrupción política, la relación internacional entre diferentes países, el terrorismo, el tráfico de animales, diamantes o cualquier otra cosa, etc., etc., etc. Hubiese sido mucho más interesante el ir trabajando cada una de estas cuestiones por separado, que hacerlo todo al mismo tiempo. Al no concretarse nada, da la sensación de caos y de no saber que se pretende.

Se percibe esa intención de hacer un thriller interesante, que de hecho, por momentos lo es. Su problema será que el guion es demasiado ambicioso y predecible. La sensación final es que la serie no aporta nada nuevo… Si existe alguna fórmula para poder competir con otras producciones, especialmente en el thriller, género empleado hasta la saciedad en las series; y llamar la atención del espectador, uno tiene que aportar personalidad. Algo único y diferenciador. Decía Roberto Rossellini, uno de los padres del neorrealismo italiano: “La única forma de hacer cine absolutamente internacional es que sea profundamente local”. En la serie Trackers de HBO, podría ser esa cuestión en torno al tráfico del marfil o a los diamantes de sangre (y que seguramente sea esa la intención), pero esa falta de concreción hecha por tierra ese propósito. Y es una lástima.

Escena de la serie Trackers
Escena de la serie Trackers

Opinión final de la serie Trackers de HBO

No encontramos ningún motivo para recomendar esta serie. ¿Sólo por ver un par de momentos dignos de mención? La verdad es que no. La llamada Edad Dorada de las series, término, en mi opinión, ya caduco, pues desde Los Soprano y The Wire (ambas producidas por HBO) se lleva hablando de este fenómeno (y han pasado más de 20 años y las series son toda una realidad). Lamentándolo mucho, no podemos más que concluir esta crítica de la serie Trackers de HBO remarcando que dista mucho de ser una serie que merezca la pena ser vista.

Trailer

DIRECCIÓN
3
GUIÓN
1
INTERPRETACIÓN
4
LO BUENO
La oportunidad que las plataformas nos dan de disfrutar de contenidos que de otra manera serían inaccesibles.
LO MALO
Personajes que son meros clichés, suspense a cuentagotas, falta de concreción...
2.7