‘Rumbos’ es la nueva película de la directora Manuela Burló Moreno. Un relato coral sobre la soledad donde conoceremos las diferentes historias de seis parejas interconectadas por un programa radiofónico nocturno.
Crítica de la película ‘Rumbos’ (2016)
Estrenar dos películas en años consecutivos no es algo que pase muy a menudo dada la situación económica de nuestra industria cinematográfica. La directora Manuela Burló Moreno puede presumir de dicha hazaña -y anotarse el tanto en su currículum-, en tan sólo dos años ha llevado primero al Festival de Málaga y luego a los cines dos producciones nacionales: Cómo sobrevivir a una despedida (2015), su ópera prima, y la que ahora nos ocupa, Rumbos. Sin duda nos encontramos ante un proyecto más personal, con un arduo trabajo de dos años a sus espaldas, y más maduro que su anterior cinta, una comedia despreocupada y gamberra que no dejaba de ser un encargo. Es ahora cuando el espectador se encontrará frente a frente con la directora, también autora del guion, sorprendiéndose por su capacidad innata para contar historias cercanas y cotidianas cargadas de alma y verdad.
En la película Rumbos (2016) conoceremos varias historias de amor y desamor que se entrecruzan en mitad de la noche a través de seis vehículos: dos coches, una ambulancia, un taxi, un autobús y un camión. Como telón de fondo un programa radiofónico de llamadas presentado por Julia Otero. En cada uno de los vehículos conoceremos la historia de seis parejas cuyos desengaños, deseos frustrados, tristezas y anhelos terminarán provocando que sus destinos cambien sin quererlo a lo largo de unas horas, uniéndoles inevitablemente.
La complejidad a nivel de guion es máxima en esta Rumbos. Un relato coral que apuesta por sus personajes y donde se narran seis historias interconectadas entre sí a través de un programa nocturno de radio y que suceden a tiempo real -las horarias y el reloj estarán siempre muy presentes- durante el tiempo que dura el programa, 90 minutos, lo que dura la propia película. Un ejercicio cinematográfico que aunque no excesivamente original si muestra una nada desdeñable labor, primero de escritura y luego de montaje de la directora, y de la que además sale más que victoriosa haciendo alardes de una gran habilidad en dicho campo, gracias seguramente a su amplia experiencia en dirección de cortometrajes. Nada sobra, nada falta en estas historias. Los diálogos entre estas seis parejas serán tan hábiles, fluidos y tan ricos, y están tan meditados y probados, que nos meteremos de lleno en las amargas historias que se nos presentan, incluso llegándonos a sentir identificados con alguna situación o personaje. No importa que no salgamos del coche en ningún momento, no echaremos en falta otros decorados, la noche y dichos relatos llenarán la pantalla. No hace falta nada más.
Así pues, Rumbos (2016) es una de las películas que te recomendamos esta semana por ser un gran ejercicio de cine de autor, medida con un buen gusto increíble, con unos diálogos ágiles y cercanos, y con unas estupendas actuaciones de todos y cada uno de sus actores protagonistas. Veremos que nos aguarda para 2017 Manuela Burló Moreno, ahora ya no puede romper la buena racha.