El remake de 2015 de la película de Poltergeist queda bastante lejos de competir con la original pero… ¿Quién demonios ha dicho que había tal intención?
Crítica de la película de Poltergeist (2015)
Buenas palabras, sólo buenas palabras para una película entretenida en mitad de este titánico desierto temporal de género de terror. Y por Dios, cada vez que se estrena algo así (aunque fuera tan tróspido como LA PIRÁMIDE, que no es caso) es motivo de alegría. Se comprueba que la película de Poltergeist 2015 cumple con creces las expectativas de un espectador aficionado al género (aunque es posible que no lo haga con un fundamentalista del horror). Respeta las convenciones, los personajes no son robots absurdos (son coherentes en todo momento), y siempre va al grano. ¿Para qué dilatar la historia si todo el mundo sabe que tras la palabra “poltergeist” se encuentran fantasmas, sucesos paranormales, demonios o cualquier extraña situación proveniente del más allá?
La película está más cerca de ser una aventura con toques de terror que del terror en sí mismo. No da miedo… pero esto puede ser algo intencionado. No abusan de sobresaltos, de golpes de música, de gritos estridentes sin venir a cuento… no es una atracción de feria. Y sin embargo logra captar la atención desde el primer minuto hasta el ya clásico caramelo final en los créditos.
Tiene un gran valor que hayan sabido poner en pantalla una película con su justa duración: Una hora y media. En este tiempo todo es dinámico, todo es fluido. No nos encontraremos con escenas pesadas o explicativas que puedan provocar el tedio. Todo avanza de principio a fin con un fantástico ritmo ligero sin dejar de tocar los puntos clave que comparte con la Polterguist original.
Este remake de Poltergeist revivirá aquellos momentos y frases que, aunque parezcan olvidadas en el recuerdo, aflorarán instantáneamente al ser revividas en la pantalla. Por supuesto, y para la alegría de muchos, esta película sí que se puede considerar una nueva versión de Poltergeist de 1982. Adaptada a los tiempos, refleja la situación de crisis actual, cuando la familia encuentra una fantástica casa a buen precio. Algo que hasta el mismo Iker Jiménez advierte en sus distintos programas de radio y televisión. Después, e incluso en el mismo momento, ya empieza la fiesta por la que cualquiera acude a ver este tipo de películas.
El director Gil Kenan, que se inició en el género de casas encantadas con la película de animación infantil Monster House, aplica bastantes ideas de la de aquella con acierto. Rayos, tormenta, árbol fantasmagórico y otros elementos de tinte macabro, son jugados de tal forma que, sin ser grotesco, consigue sugerir la incomodidad del miedo y la sugestión. El guión de David Lindsay-Abaire (Robtos, Oz un mundo de fantasía, El origen de los guardianes), propicia que Poltergeist se encuentre más cercana a la aventura, que al terror dando lugar a una buena y entretenida trama. Por supuesto, Poltergeist 2015 no pasará a los anales del género, pero luce suficientemente bien como para ser una considerable opción. Ahora bien, que nadie pretenda el terror truculento, la sangre arterial, ni demás sobrecargos plásticos. Nadie, con acierto, a a tenido tal pretensión.
El reparto tiene muchos puntos a favor, tanto por la fantástica entrega y sinceridad de sus componentes, como su auténtica transparencia. Todos son relativamente desconocidos haciéndoles interesantes a la vez que le excluye de ese matiz morboso que hubieran adquirido si alguno de ellos fuera una estrella internacional. Por supuesto, aquellos que más llaman la atención, son los más pequeños. Los hermanos en la ficción Griffin y Maddison Bowen, Kyle Catlett (El extraordinario viaje de Ts. Spivet) y Kennedy Clements, quien en la anterior se llamaba Caroline. Ambos brillan por su sinceridad y naturalidad innata para la actuación. Tanto es así que en el caso de la más pequeña, la que tiene la no poco difícil tarea de contactar con los muertos a través de la televisión, es de una organicidad increíble. Y eso que los niños, si no son realmente buenos interpretando, son muy difíciles para los rodajes… cuanto más para este tipo donde nos tenemos que creer fantasmas, payasos asesinos, monstruos…
¡Vámos! No sean tímidos y aproxímense con los infantes menos impresionables a las puertas del inframundo. Descubran payasos con mala idea, armarios oscuramente profundos y un sinfín de beneficios aportado por las torres de alta tensión que rodean la casa. ¡Conexión directa con los espíritus en esta Poltergeist 2015, oigan!