‘Peter y el dragón’, el remake de ‘Peter y el dragón Elliot’ (1977), resulta una aventura entretenida dirigida al público infantil que con el afán de reinventarse deja en olvido la esencia de su clásico.
Crítica de la película ‘Peter y el dragón’ (2016)
Un nuevo remake llega a la cartelera este verano. En esta ocasión Disney rescata del baúl de los recuerdos una de sus cintas más longevas con la intención de que nuevas generaciones disfruten de este clásico de los 70: ‘Pedro y el dragón Elliot’. En su momento supuso una innovadora apuesta visual donde animación y acción real convivían bajo un manto musical que envolvía a sus personajes. Algo que en la época estaba en auge, buen ejemplo de ello son ‘Mary Poppins’ y ‘La bruja novata’, y que lograba dotar de un peculiar carisma y aire nostálgico a la historia que presentaban.

Los niños de esta generación poco tienen que ver con aquellos de los años 70, los cuales miraban fascinados como un dragón divertido y colorido se hacía amigo de un niño de carne y hueso. Disney lo sabe, y en su afán por conquistar de nuevo la taquilla adapta la historia y su título, ahora Peter y el dragón, a los nuevos tiempos, eso sí, por el camino pierde parte de su esencia y, algo de lo que a la productora le encanta presumir en sus eslóganes publicitarios, la magia. Aquellos padres, que crecieron a principios de los 80 y que recuerdan con cariño la cinta, regresarán al cine con sus hijos esperando reencontrarse con su amigo Elliot… pero en su lugar se encontrarán a un extraño, un dragón que hace alarde del gran equipo de CGI con el que cuenta la cinta pero que no logra despertar la simpatía del original.

Algo, por otro lado, completamente intencionado ya que su director David Lowery (En un lugar sin ley) quería distanciarse todo lo posible del clásico. Para ello introducirá nueva trama, nuevos conflictos y nuevos personajes, nada recordará a ‘Pedro y el dragón Elliot’.

Si nuestro protagonista de la cinta de los 70 era un niño huérfano que vivía con una familia de acogida formada por indeseables, en esta renovada versión del 2016 veremos como Peter pierde a sus padres en un accidente de tráfico en pleno bosque. Allí abandonado a su suerte conocerá a su mejor amigo y compañero Elliot, y juntos sobrevivirán formando un hogar en el interior de ese frondoso bosque. Así, durante ciertas secuencias del arranque de su historia, la película recordará a ‘El libro de la selva’ e incluso a ‘La historia interminable’ -atención al momento en el que Peter sobrevuela el bosque agarrado al pelaje de Elliot-.

En definitiva, Peter y el dragón es una película que atrapará sobre todo a los más pequeños de la casa gracias a sus grandes dosis de aventuras, su tono completamente naif y el inmejorable trabajo realizado al recrear a ese enorme dragón Elliot. Eso sí, poco queda en esta cinta de aquella ‘Pedro y el dragón Elliot’. ¿Remake? Los nombres de sus dos protagonistas son los mismos pero “la película” cambia completamente.