Curiosa película premiada en el Festival de San Sebastián que recuerda a la literatura de Jane Austen con el suspense como elemento conductor.
Crítica “Lady Macbeth” (2017)
“Lady Macbeth” parece seguir la estela de las adaptaciones de novelas de Jane Austen donde la estética victoriana y el amor son los ejes de relatos que por otra parte se sienten muy alejados de la visión romántica actual. Con estos ingredientes, la película elabora un relato muy distinto a sus inspiradores, donde su protagonista Katherine(Florence Pugh)hará lo que esté en su mano, cueste lo que cueste, para compartir la vida con su amado.
El guion de Alice Birch, basado en la obra de Nikolái Leskov, nos presenta una historia fascinante que consigue atrapar al espectador de principio a fin, mostrando sus cartas poco a poco, de manera pausada, hasta llegar a un final rompedor. Personajes muy bien definidos pueblan este mundo lleno de buenas maneras y comportamiento ejemplar de puertas para fuera, pero que esconde una realidad mucho más insana. Para Katherine todo vale con tal de conseguir sus propósitos. Una original y transgresora visión de la mujer victoriana que tenía que sufrir bajo el yugo masculino y que aquí se rebela sin concesiones.
William Oldroyd, director muy poco conocido, hace un trabajo ejemplar tras las cámaras. Su cuidada ambientación y el marco histórico en el que se desarrolla el relato, condicionan el trabajo de Oldroyd hacia un clasicismo ejemplar, donde el lenguaje queda invisibilizado, apoyándose en la confianza de unos intérpretes que llevan el peso del suspense creciente que muestra el film. La cámara del director londinense es mera testigo de las conspiraciones de Katherine y su amado Sebastian(Cosmo Jarvis).
Técnicamente los distintos departamentos pasan la prueba con solvencia. Tanto vestuario como el diseño de producción están al servicio de una historia que muestra la Inglaterra rural del siglo XIX con veracidad. Desde el aspecto de los campesinos a los impresionantes vestidos de la protagonista. Todo ello apoyado en una fotografía austera y naturalista que funciona a la perfección con lo que nos cuentan en pantalla. Quizá los más interesante sea el tratamiento del color en los vestidos de Katherine, sobresaliendo el azul por encima de todos.
El reparto no cuenta con caras conocidas para el gran público, algo que juega en su contra para el reclamo de espectadores. Sin embargo, el elenco supera con creces las expectativas, siendo Florence Pugh una auténtica revelación en su rol de la perversa Katherine. Su compañero Cosmo Jarvis se mantiene a su altura durante todo el metraje y Naomi Ackie sobrevive a la sombra de ambos protagonistas, con un par de secuencias donde muestra todo su potencial. Y es que entre los tres soportan el peso de un relato de planteamiento lento y profundidad psicológica y emocional.
“Lady Macbeth” es una exquisita rareza que tristemente pasará desapercibida por nuestra cartelera. Una película que supone una vuelta de tuerca al relato romántico hacia la oscuridad, que sorprende y fascina a partes iguales. Un ejercicio de suspense con dosis de violencia al que merece la pena darle una oportunidad y acercarse al cine con la menor información posible sobre la trama.