La película ‘La luz entre los océanos’ es un drama de época que plantea un profundo dilema ético y moral sobre el deber y la traición. Destacar la química entre sus protagonistas Alicia Vikander y Michael Fassbender.
Crítica de la película La luz entre los océanos
Una historia que nos presenta un gran amor, de esos de película. Un amor capaz de lanzarte a hacer algo que nunca imaginaste, dejando atrás todos tus principios, y todo para ver feliz a la persona que tienes a tú lado. Y esa razón será el motor de la trama de la película La luz entre los océanos: devolverle la sonrisa a una joven cuyo mayor deseo es ser madre. Cuando conseguirlo se convierte en una obsesión y al mismo tiempo la mayor de las frustraciones al no lograr algo que por naturaleza parece al alcance de cualquier mujer. Tema muy presente la sociedad actual donde son numerosísimos los casos de reproducción asistida y que hace que nos planteemos una pregunta: ¿qué serías capaz de hacer para tener un bebé? Las mujeres que acudan a ver la película entenderán perfectamente a su protagonista Isabel, condenada a no tener hijos. Y es que si hay algo claro es que no es lo mismo que decidas no tener hijos a que no puedas tenerlos; lo primero depende exclusivamente de tí y de tu libertad como mujer, pero la segunda parace una condena que ninguna estamos preparadas para asumir.
La película nos narra la historia de Tom (Michael Fassbender), un hombre que vive atormentado por sus vivencias en el campo de batalla tras la Primera Guerra Mundial, por lo que buscará un lugar apartado donde dejar atrás ese oscuro pasado. Así llegará hasta la remota isla de Janus, al oeste de Australia, para trabajar en el faro que alumbra entre los dos grandes océanos. Durante su presentación en sociedad en el pueblo conocerá a una hermosa joven, Isabel (Alicia Vikander), la que no tardará en convertirse en su esposa. Juntos emprenderán su nueva vida en la isla con la ilusión de ser padres, pero el destino parece negarles esa dicha haciendo que su primer hijo nazca muerto y sufriendo un aborto con el segundo. En medio de tal desesperación por dichas pérdidas, aparecerá en la orilla de la isla una barca con un hombre muerto y un bebé entre sus brazos.
Basada en la novela homónima de la escritora australiana M. L. Stedman, la película La luz entre los océanos irá planteando según pasen los minutos de metraje un profundo dilema moral y ético sobre el deber y la traición, sobre el bien y el mal, sobre el amor y la pérdida, que terminará por centrar su trama hasta convertirla en una lección vital demasiado perturbadora y devastadora para cualquiera que se anime a verla. Y es que sus protagonistas serán llevados al extremo del sufrimiento, viviendo un drama en toda regla donde llegará un punto en que se mezclen demasiados tormentos haciendo que su solidez argumental comience a tambalearse. Su director y guionista Derek Cianfrance (Blue Valentine , Cruce de caminos) cargará las tintas contra todo personaje que se le ponga por delante, armando así una película que terminará por abusar de buscar la lágrima en el espectador cada cinco minutos.
Sin duda, lo mejor de la cinta será el estupéndo trabajo realizado por sus dos protagonistas: Alicia Vikander y Michael Fassbender. La química entre ellos traspasa la gran pantalla. La delicadeza con la que se tocan y el cariño con el que se miran no caerán en saco roto para el espectador. Han puesto toda su pasión en sus respectivos papeles, consiguiendo que nadie salga de la sala sin haberse conmovido ante la historia de Tom e Isabel. Tom atormentado por la culpa de lo que ha hecho pero también por la insoportable idea de hacer sufrir a su mujer. Isabel desesperada ante la crueldad de perder dos niños vive aferrada a la nueva pequeña que le ha devuelto la sonrisa. Incluso cuando el guion comience a naufragar, ellos serán capaces de defender estupéndamente sus personajes y eso se agradece.
Pese a que el guion siempre se encuentre en el punto más álgido, sin otorgar un segundo de paz a sus protagonistas, y que este echo pueda llegar a agotarnos como espectadores, hay que reconocer que la película merece una oportunidad tanto por el retrospectivo homenaje que realiza al melodrama de época, con tintes del Hollywood clásico, y por el incríble trabajo de Vikander y Fassbender.
