Eliminado combina satisfactoriamente el nuevo género “on screen” y el terror creando una obra entretenida. Además, el que quiera leer entre líneas, se encontrará con un importante mensaje sobre el creciente problema de la exposición de la privacidad juvenil en la red.
Crítica de la película ‘Eliminado’
Noche de verano y película de… ¿fantasmas? ¿Perturbados? ¿Hackers toca pelotas? Da igual, el caso es que el cine tiene aire acondicionado y “Eliminado” es lo suficientemente original (con el permiso de Nacho Vigalondo), como para pasar un buen rato intentando saber porqué, quién o qué, anda detrás del icono de persona sin foto de perfil. Se conmemora el aniversario del suicidio de una compañera de instituto… y la productora es Bloom house productions… no doy más pistas
Blaire (Shelley Henning) se encuentra visualizando unas inquietantes noticias y videos sobre una chavala de instituto que se suicidó el año anterior. Mitch (Moses Storm), le interrumpe con una video llamada. En menos de nada las cosas empiezan a ponerse calentitas, algo que debe ser bastante habitual entre los jóvenes. De pronto irrumpen en la conversación el grupo de colegas con el que habían quedado. Es en ese momento cuando la mayoría de la audiencia se dará cuenta de que todos los planos de la película se verán a través del escritorio de la protagonista Blaire. Algo les llama la atención. Un icono de alguien desconocido se ha unido a la conversación sin ser invitado. Pronto recibirán mensajes desde el perfil de facebook de la difunta compañera del instituto… y surgirá un conflicto que va más allá de los manidos sustos convencionales.
Sorprende gratamente que no se abuse de las repentinas subidas de sonido o de la música ambiente para conducir la emoción (de hecho la única música que se escucha es aquella que de vez en cuando activa la protagonista en Spotify). Podrían haber utilizado de estos y más artificios para mantener en tensión a la audiencia pero Eliminado a optado por mantener la atención en la relación entre los participantes del videochat y en el desarrollo de sus conflictos. No es fácil saber si se trata de una broma (obviamente esto lo descartaremos nosotros como espectadores), un hacker con aviesas intenciones (alguien que pueda utilizar sus conocimientos para hacer un daño físico a los protagonistas) o un espíritu vengativo. No dar por hecho nada durante el desarrollo de la película es atractivo suficiente como para mantener a todo el mundo enganchado a la historia, aunque esta tenga algunos altibajos.
Estar continuamente pendientes de un escritorio del sistema operativo de Apple, y estar leyendo una considerable cantidad de mensajes de texto, puede resultar tedioso para aquellos que busquen una aburrida película de terror al uso plagada de gritos y gratuidad. Esto no quiere decir que Eliminado carezca de escenas bizarras o sangrientas con sus respectivos gritos y demás acompañamientos acústicos, sino que su uso, como ya he comentado, al resultar económicamente más apropiado, es mucho más efectivo.
La película trata temas muy interesantes como la privacidad en internet, la facilidad con la que pueden difundirse contenidos no deseados, el ciberacoso, el acoso escolar… Asuntos que, aunque parezca mentira, podrían concienciar de manera más efectiva a niños y jóvenes que los posibles anuncios desarrollados por el estado. De hecho no se me ocurre canal mejor para ello que una película de terror que muestra con fantasía las consecuencias indirectas y con rigor las directas, de permitir que ciertas personas accedan a la intimidad a través de medios que pueden registrarla. El lenguaje (uso continuo de aplicaciones de videochat, mensajería, teléfonos móviles…) y el medio (una entretenida película aparentemente nada educativa) es más que apropiado para que preadolescentes y adolescentes algo insensatos adquieran conciencia de un hecho que puede marcar sus propias vidas o las de otros. ¡Quién iba a decir esto de una película de terror!
La película seguirá patrones atractivos de entretenimiento que darán lugar al humor por encima de las circunstancias de los pobres personajes, que lo estarán pasando realmente mal. No habrá que refugiarse en las risas provocadas por la vergüenza ajena de visualizar una película con tintes de serie B, con lo que la interpretación y argumento están justificados bastante bien. Encontraremos momentos en que los protagonistas tendrán menos empatía con las víctimas que con la encimera de su cocina pero bueno, esto es un rasgo típico de este tipo de películas.
El género “on screen”, por llamarlo de alguna manera, es algo que si no lo inventó el vapuleado Nacho Vigalondo con su poco reconocida película Open Windows (vergüenza de arcaica academia, asco de entidades neo premierísticas y cansina producción española) protagonizada por dos grandes reclamos mediáticos como lo son la ex actriz porno Shasa Grey y el siempre resultón Elijah Wood, sí le dio la categoría y el rango suficiente como para atribuírselo… y además la película molaba. Después llegaron otros trabajos y hasta la famosa serie de humor americana (porque de aquí no iba a ser) Modern Family se lanzaron a realizar un capítulo íntegro usando el escritorio del ordenador en el que interactuaba con toda la familia usando todas las posibilidades que su Macbook Pro le ofrecía. Ahora, con esta Eliminado, se exploran las posibilidades del terror en este nuevo género visual tan corriente en nuestros tiempos. Pocas personas hay que puedan pasar un día entero sin estar ante la dichosa pantalla electrónica. Quizá no nos estamos dando cuenta debido a nuestra proximidad actual con el hecho histórico, pero podría ser que estemos ante el nacimiento de una serie de películas que, no siendo consideradas obras maestras de la creación, si podrían ser consideradas como “míticas” o de “culto” para las próximas generaciones. Ya pasó con películas ochenteras… y Eliminado está tan marcada por su contemporaneidad y actualidad que no extrañaría a nadie que en el futuro formara parte de un prestigioso festival reto… Eso si el cine no se acaba antes, claro.
