Basada en la novela de Frances Hodgson Burnett, llega este viernes a los cines la película El jardín secreto, una apuesta familiar cargada de magia y fantasía protagonizada por Colin Firth y Julie Walters. Aquí os dejamos nuestra crítica de la película El jardín secreto, nuevo de los pocos estrenos de cine de los que disfrutaremos este verano 2020.
Sinopsis
Mary Lennox (Dixie Egerickx) es una niña huérfana que es enviada a vivir con su tío Lord Archibald Craven (Colin Firth) a Reino Unido.
Crítica de la película El jardín secreto
En 1910, la escritora británica Frances Hodgson Burnett decidió publicar en folletos una de sus novelas más destacadas, y que ha sido adaptada al cine y a la televisión numerosas veces, El jardín secreto (The secret garden). Esta vez, los encargados de crear y mostrar el mundo de fantasía que se esconde en sus páginas son Marc Munden (dirección) y Jack Thorne (guionista). Sin embargo, aún con un reparto sobresaliente y una banda sonora que se repite en tu cabeza durante toda la película, hay demasiados esfuerzos volcados en el aspecto visual, lo que provoca que nos quedemos en la superficie de la parte más emocional y humana de la obra. Toda una lástima.
¿De qué va la película El jardín secreto?
Mary Lennox (Dixie Egerickx), nuestra protagonista, es una niña de diez años, de padres británicos y que vive en la India. La vida de Mary se ve trastocada cuando sus padres fallecen de forma repentina y es enviada a vivir de nuevo a Inglaterra con él único familiar que le queda vivo, su tío Archibald Craven (Colin Firth), dueño de una finca situada en los páramos de Yorkshire. Allí también convivirá con su primo enfermo Colin (Edan Hayhurst), Mrs. Medlock (Julie Walters), que es el ama de llaves, su criada, Martha (Isis Davis) y el hermano de ésta, Dickon (Amir Wilson).
Junto con su primo Colin, también huérfano de madre, y Dickon, Mary descubrirá un jardín mágico capaz de sanar y cerrar heridas, como superar la muerte de sus padres y el haber tenido que dar paso a una edad más adulta debido a las circunstancias.
Un guion superficial
Las intenciones de Munden y Thorne son buenas, al igual que claras: crear una obra de fantasía, una película infantil, que divierta y enseñe al mismo tiempo. Una adaptación del libro que sintetice el valor importante de la amistad, la superación de la muerte de un ser querido y lo bonito que es vivir. Sin embargo, el sobreesfuerzo que hay dedicado a crear escenarios e imágenes cargadas de color y dinamismo eclipsan esas intenciones.
Aunque el reparto incluye a algunos de la A-list y la interpretación de éstos sea buena, el problema es con los personajes. Volvemos a lo mismo. Todos, absolutamente todos, son personajes planos. Si bien es cierto, a lo largo de la película podemos apreciar algún cambio en el señor Craven o en Mary, pero los arcos argumentales están tan poco desarrollados que ese cambio es demasiado superficial, casi forzado, lo que provoca que el espectador se quede impasible.
Ambiente de cuento
Sí hay algo que hay que valorar de forma positiva en esta película es el empeño que hay por querer conseguir que esto sea un cuento de hadas. Si bien el resultado quizá no es el esperado, es sin duda aceptable y cumple con los mínimos de cualquier película de fantasía.
La banda sonora juega un papel importante a la hora de crear un ambiente mágico. Las canciones, compuestas por Dario Marianelli, son un componente esencial que, aunque sea sólo unos instantes, lograrán transportarte a ese jardín secreto.
Opinión final de la película El jardín secreto
En resumen de esta crítica, El jardín secreto es una película de fantasía que se queda a medio camino. Un quiero y no puedo. Se esfuerza tanto en crear una atmósfera de cuento a través de imágenes y efectos visuales que olvida aspectos esenciales para que el film funcione. A menudo hace uso del “drama barato” para intentar sacarle al espectador alguna que otra lágrima pero, de nuevo, sin éxito. Aunque, eso sí, es una película que los más pequeños disfrutarán.