Nicole Kidman vuelve a la pantalla grande acompañada de Colin Firth y Mark Strong en “No confíes en nadie”, un soso thriller incapaz de destacar en algún aspecto firmado por Rowan Joffe.
Sinopsis de la película “No confíes en nadie”
Christine (Nicole Kidman) es una escritora que, a raíz de un accidente sufrido hace más de veinte años, es incapaz de recordar lo que pasó después del accidente y los momentos más recientes. Cada día, su marido debe explicarle que está casada y quién es, pero lo que él no sabe es que un psicólogo está ayudando a su mujer a recuperar la memoria.
Crítica de la película “No confíes en nadie”
Un argumento de telefilm de sobremesa, una dirección sin ningún alarde de originalidad y la nula motivación del elenco actoral son los ingredientes de “No confíes en nadie”, película que incomprensiblemente posee a grandes nombres de la interpretación. Lo triste es que ningún miembro de casting está en su mejor momento. Colin Firth y Mark Strong hacen lo que pueden pero Nicole Kidman está bastante despistada en el que es papel más jugoso de todo el guion.
Aunque el thriller psicológico es un género que está más exprimido que el western antes de los años 60, si que suele gozar del apoyo del público, no tanto del de la crítica. Y es que después de años de explotación, lo raro es que aquel que se enfrenta a este libreto no sea capaz de adivinar hacia dónde se dirige el desenlace, con todo el bagaje de películas y novelas con temas parecidos, y que en este caso no cambia en absoluto, siguiendo las claves del género al dedillo. Así, hay dos maneras de salir airoso de semejante empresa. La primera es tener un guion sólido y original que deje al público clavado a la butaca. La segunda es una dirección de la mano de un gran realizador a pesar de que el guion no esté a la altura. El ejemplo más cercano es el de “Perdida” de David Fincher; cinta a la que se le podría reprochar un guion simplón pero con una dirección excelente, tanto en lo técnico como en lo actoral. En el caso de “No confíes en nadie” no encontramos ninguna de las dos virtudes. El director Rowan Joffe, no aporta nada destacable con la cámara, siendo clásico en exceso. Por su parte los actores, parecen no estar cómodos y su interpretación no pasa de aceptable.
“No confíes en nadie” parece destinada a ser olvidada tras su paso por las salas, que se presenta como muy poco prometedor. Además, supondrá una mancha en la carrera de intérpretes tan potentes como Kidman, Strong o Firth. Sin embargo, el espectador es muy agradecido, y es posible que alguno incluso se sorprenda con el giro final de la trama -más que predecible- considerando esta interesante y entretenida. Ese es el objetivo del cine y de esta película, aunque me temo que con muchos no lo ha conseguido ni lo conseguirá.