Remake de la película de Ken Marino “Instrucciones para ser un latin lover” (2017) ahora convertida en una típica comedia francesa. Dirigida por Olivier Baroux y co-escrita junto a su protagonista, Kad Merad (“Los chicos del coro”). Descubre su valor en la crítica de “Cómo ser un french lover”.
Alex (Kad Merad), un hombre cuya única meta en la vida era ser millonario, logra que su sueño se haga realidad manteniendo una relación de más de 20 años con Denise (Ariele Séménoff), una anciana multimillonaria. Pero de la noche a la mañana, Alex se ve en la calle cuando Denise le abandona por otro hombre más joven. Sin saber cómo ganarse la vida y bastante desmejorado, Alex recurre a su hermana Sarah (Anne Charrier) que lo acoge en su casa junto a un sobrino que no conoce.
Reseña de “Cómo ser un French Lover”
“Como ser un french un lover” es un título que de primeras no invita a ir al cine. Puede llamar más la atención si buscando en casa algo que ver para matar la tarde y que no requiera un gran esfuerzo mental, aparece delante de nuestros ojos. Precisamente eso es lo que es, una película sencilla que se deja ver e incluso puede sacar alguna sonrisa aunque sin llegar a hacer reír.
Alex (Kad Merad) es un hombre de mediana edad que, habiendo conseguido su sueño de ser mantenido, ha abandonado su cuidado aspecto físico y practica la ley del mínimo esfuerzo en su día a día. Su pasividad hace que no llegue a resultar gracioso y sus dotes de seducción en ocasiones rozan la incomodidad pero consigue caer simpático e incluso dar algo de pena en el sentido de que se puede empatizar con el personaje.
Mientras Alex ha vivido 25 años rodeado de lujos y olvidándose de su familia, su hermana Sarah ha luchado por sacar adelante a su hijo trabajando como jefa de obra y apartando su sueño de ser arquitecta. Cuando Alex recurre a ella, se encuentra con un sobrino desconocido que resulta ser un cerebrito y una hermana que muy a regañadientes, acepta acogerle.
La estructura de la película es clásica. El protagonista, Alex, pierde su “trabajo” y como no sabe ganarse la vida de otra manera que no sea conquistando a una mujer mayor, tiene como objetivo encontrar otra. En el camino y tras poner patas arriba la vida de su familia, se da cuenta de que hay cosas más importantes que los bienes materiales y que necesita hacer algo por alguien que no sea uno mismo. Como premio, puesto que el protagonista ha superado unos obstáculos y aprendido una lección, se le permite encontrar de nuevo a una mujer rica y volver a la vida de antes.
Las comparaciones entre “Cómo ser un French Lover” e “Instrucciones para ser un Latin Lover”
Partiendo de la base de que se trata de un remake de “Instrucciones para ser un Latin Lover”, si comparamos ambas cintas, “Como ser un french lover” sale perdiendo aunque puede colar si no se tiene conocimiento de la primera. Aunque lo mejor de la película, está en el tráiler.
Olivier Baroux y Kad Merad reproducen la película de Ken Marino prácticamente palmo a palmo aunque no llegan a ser idénticas. Si bien es cierto que la fotografía en la cinta francesa es mucho más llamativa y estéticamente más cuidada, los personajes principales pierden la gracia que tenían sus predecesores. Quizá la película original, por el juego del idioma, era un pelín más descarada en los diálogos y dobles sentidos, cuidaba más los detalles o tenía unos protagonistas más carismáticos pero por lo demás, no hay grandes diferencias entre la una y la otra-
Otra de las desventajas a la hora de compararlas, es que la anterior película contaba con un elenco de actores de la talla de Salma Hayek, Kristen Bell o Michael Cera mientras que la única cara que resulta familiar en el film francés es la de Kad Merad por su papel como Chabert en “Los chicos del coro”. El resto de personajes resultan muy similares, destacando la interpretación de la chica de la heladería, que derrocha carisma y resulta un verdadero soplo de vida en la cinta.
La moraleja oculta
El personaje protagonista, a pesar de realizar un par de actos altruistas con su familia (aunque siendo justos, estaba pagando sus deudas morales) termina en el mismo punto en el que empezó hace 25 años: Robándole la señora a su amigo y compañero de profesión. Sin embargo, si consigue lanzar un mensaje algo más positivo a través de su sobrino. Mientras él se vale de una serie de trucos baratos basados en la seducción para conseguir lo que quiere y se conforma con una vida frívola sin más ambición que la de acumular riquezas, su sobrino aprende que esas triquiñuelas de conquistador viejuno en realidad no sirven para nada y dar por hecho lo que quiere una mujer en vez de escucharla, ya no está de moda.
Como contrapunto al protagonista tenemos a su mejor amigo Daniel (Pascal Elbé) que parece mostrar la cara más dura de ese “trabajo” sin vacaciones y que plantea un desequilibro en la balanza de lo que consigues por lo que renuncias.
Opinión final de la película
“Como ser un French lover” entretiene pero no aporta nada nuevo, sobre todo tratándose de una versión de una película de hace tan solo 3 años. Algunas escenas tienen una buena base cómica que no termina de arrancar y aunque en general la vida de todos los personajes parece solucionarse al final, personalmente me ha dejado un gusto amargo tras acabar los créditos. ¿Puede el dinero hacer feliz a alguien sin afán de superación?