De la mano de DreamWorks llega una divertida aventura en pañales para toda la familia. ‘Bebé jefazo’ ha sido enviado para cumplir las órdenes de su compañía ‘Baby Co.’: tiene que bajar los niveles de amor que están recibiendo últimamente los perritos.
Crítica de la película de animación ‘Bebé Jefazo’
Cuando eres un crío siempre es temido ese fatídico momento en el cual tus padres ilusionados te anuncian la llegada de un nuevo hermanito -si estábamos bien así ¿por qué cambiar?-; este es el caso de Tim, el coprotagonista de la cinta, un pequeño de siete años que verá como la llegada de un más que peculiar bebé le robe todo el protagonismo. El pequeñajo será de lo más extraño desde el primer momento, despertando así las sospechas en el hermano mayor; ¿tú que pensarías si vieras llegar del hospital a tu nuevo hermano enfundado en un traje de alto ejecutivo con corbata y maletín? Sus peores sospechas se confirmarán cuando en mitad de la noche escuche al bebé discutir por teléfono sobre un plan secreto que parece tener que llevar a acabo durante la estancia en dicha casa. Y es que el angelical bebé pertenece a ‘Baby Co.’ compañía en guerra con ‘Puppy Co.’, cuyos métodos poco ortodoxos parecen estar robándoles la atención a favor de los tiernos y achuchables perritos.
DreamWorks Animation ha decidido adaptar a la gran pantalla el libro ilustrado de Marla Frazee con la ayuda del director Tom McGrath, al que ya hemos visto en acción en la serie ‘Madagascar’ y en una de mis preferidas en cuanto a supervillanos se refiere, ‘Megamind’ (2010). Bebé Jefazo se presenta así como una de las películas más gamberras e irreverentes de la temporada, capaz de dejar embobados a los más pequeños con su trepidante ritmo y el vibrante color de su animación, pero también de divertir a los adultos con gags completamente desternillantes y dobles sentidos que la harán aún más sensacional. Pero los puntos fuertes de la cinta no terminan aquí, hay que destacar la maravillosa elección en nuestro país por contratar como doblador del bebé al actor José Coronado, consiguiendo así ese efecto tan divertido que surge mediante el contraste visual de un bebé en pañales hablando con la solidez y el peso de Coronado. El efecto queda sensacional, cosa que no en todas las películas de animación logran al seleccionar al elenco de doblaje nacional.
Otro de los puntos a destacar, cómo no podía ser de otra manera, es el espectacular trabajo realizado en lo que respecta a la animación. El equipo de DreamWorks ha sido capaz de combinar todos los avances actuales utilizando la esencia retro del trabajo de ilustración más clásico, tomando como referencia los trabajos de la UPA en la Columbia Pictures de los años 60 y al ilustrador y animador Chuck Jones en Metro-Goldwyn-Mayer.
El resultado de la cinta es un universo hilarante que dará como fruto final ese mensaje conciliador entre hermanos. Todos nos hemos peleado, pegado, reñido, enfadado -bueno y también divertido y jugado- con los nuestros de pequeños pero ¿acaso no los adoramos? Eso es un hermano, alguien con el que has compartido tu infancia y que va a estar siempre a tu lado tanto para lo bueno como para lo malo. La contraposición con el mundo de los perritos no deja de ser un gag más dentro de la cinta donde a modo de lucha entre grandes compañías se hace referencia a la “guerra virtual” existente en YouTube por las reproducciones entre los videos protagonizados por unos y por otros.
Conclusión de ‘Bebé Jefazo’
Bebé Jefazo resultará una película divertida y amena para todos los públicos, aunque quizá los gags sean más disfrutables para el público adulto y la historia en sí misma esté dirigida a niños a partir de los 7 años. Lo mejor sin duda alguna será su arranque, donde conoceremos a Bebé Jefazo y a sus pequeños esbirros. Más tarde, cuando se acerque su tramo final la película se tornará más predecible y bastante conservadora en su mensaje.