“Abracadabra” es la nueva película del cineasta Pablo Berger. Una propuesta divertida, arriesgada, contundente y al mismo tiempo disparatada. Algo que se agradece dentro de las repetitivas fórmulas usadas dentro del cine español actual.
Crítica de la película “Abracadabra”
“Abracadabra” es una de esas películas que no pasan desapercibidas ante los ojos del espectador. Hay tanto que reseñar, tanto que alabar que es complicado arrancar una crítica para una cinta tan rara y a la vez atrayente como esta, algo que ya avanzaba en el título. De la mano del cineasta Pablo Berger nos llega esta arriesgada propuesta de comedia negra con grandes dosis del denominado “costumbrismo” del que hacían gala genios como Buñuel, Azcona o Berlanga; un género complicado de abordar con éxito y al cual pocos directores atreven a acercarse. Pero la que nos ocupa en esta ocasión se acerca sin remilgos a las grandes obras de aquellos grandes autores, dibujando un argumento a priori cotidiano para llevarnos a un viaje tan insólito como inesperado.
En su tercer largometraje Berger decide dar un giro de 180º con respecto a su anterior trabajo, la premiada “Blancanieves“, y pasar del silencio de una película muda al ruido y del blanco y negro a los colores chillones de una historia de barrio protagonizada por una choni llamada Carmen, Maribel Verdú, que vive en una amargura silenciada provocada por el tirano de su marido Carlos, un machista encarnado por Antonio de la Torre. Un buen día, durante una multitudinaria boda familiar, Carlos será hipnotizado por el primo Pepe, un aficionado a la magia interpretado por José Mota.
Berger puede presumir de muchas cosas con esta “Abracadabra” independientemente de lo que pase con la taquilla española abarrotada este verano de blockbusters. La primera es saber jugar con los géneros como pocos directores, haciéndonos saltar de una comedia a un drama, de un drama al más puro fantástico, y de este a una apasionante historia de terror. Segundo, transformar por completo a sus actores y sacarlos de su zona de confort (mención especial merece una fantástica Maribel Verdú encarnando a Carmen, ya una de mis firmes candidatas para la próxima temporada de premios). Y tercero, sorprender con el final de su enigmática historia haciéndola inolvidable y dotándola de un verdadero mensaje de empoderamiento feminista.
Con “Abracadabra” estamos sin duda ante una de las películas más originales y arriesgadas del cine español en lo que llevamos de año. Una película que jugará con la hipnosis como elemento desconcertrante para tratar un tema tan vigente en nuestra sociedad como la violencia de género o aprovechar para acercarnos a la realidad de un enfermo mental. Todo esto magníficamente orquestado, de manera exquisita y con gran respeto, mostrando una realidad que vive escondida tras los quilos de maquillaje y los “animal print” del personaje de Carmen. Una mujer normal que sólo quiere ser feliz.
Eso sí, por si aún no queda suficientemente advertido, esta es una película rara y compleja que hay que ir a ver con la mente libre de prejuicios e ideas preconcebidas. Si esperas ver uno de los sketchs de Mota, aquí no lo encontrarás.