Ian McKellen se pone en la piel del detective más famoso del mundo creado por Sir Arthur Conan Doyle, una última aventura que nos revela al Sherlock Holmes más humano y más frágil que el espectador se pueda imaginar.
Crítica de ‘Mr. Holmes’ (2015)
Después de la última versión del personaje perpetrada por un Guy Ritchie cargado de pirotecnia a cámara lenta, Holmes retorna a sus orígenes de la mano de Bill Condon, que vuelve a contar con Ian McKellen (El Hobbit), el actor que le hizo colocarse en el mapa con “Dioses y monstruos”. “Mr. Holmes“ se puede considerar una elegía a un mito desde la reinvención del personaje hacia una versión más humana que hace empatizar al espectador con un hombre brillante que ya no es lo que era.
El libreto, basado en la novela de Mitch Cullin “Un sencillo truco mental“, divaga entre tres momentos de la vida de Holmes que se nos presentan en forma de flashbacks, siendo tan numerosos que pueden llegar a hacer perder el hilo a más de un espectador. Así, más allá del mcguffin sobre el que se desarrolla la acción, lo más interesante se desarrolla en el presente, donde Sherlock muestra su vulnerabilidad y pérdida de facultades, dando la sensación de que la película habría mejorado bastante si se hubiese prescindido de la dos tramas de épocas pasadas.
Bill Condon, alejando por fin de sagas vampíricas mediocres, hace gala de buen gusto con una puesta en escena elegante y clásica que no posee alardes de genialidad con la cámara pero que sabe explotar a su diamante en bruto, un Ian McKellen en la que posiblemente sea su mejor interpretación en la pantalla grande. El veterano actor crea tres Holmes diferentes, y todos brillantes, adaptados a la edad en la que se encuentra el personaje, siendo el mejor de todos la última versión, donde el lenguaje no verbal es más que suficiente para expresar las carencias físicas y mentales del protagonista, consiguiendo despertar una gran emoción en el púbico. La secuencia en la que Sherlock llora desconsoladamente vale por toda la cinta. Está claro que Condon sabe sacar todo el potencial del intérprete británico, como ya demostró en su anterior colaboración. El resto del reparto tampoco se queda atrás, destacando a la ama de llaves interpretada por Laura Linney y al joven Milo Parker, encargado de dar vida a su hijo.
La ambientación del film es fantástica, haciendo notar el estilo de vida inglés personificado en el propio Sherlock, pero también en el diseño de producción o en el propio guion. Aunque la historia en su vertiente más detectivesca no se puede comparar a las aventuras originales de Conan Doyle, se agradecen los guiños y homenajes fácilmente identificables para todos aquellos que conozcan algo el personaje. Mención especial para uno dedicado a aquellos que crecimos con el cine de los 80 y que nos hará saltar de la butaca.
“Mr. Holmes” es una apuesta arriesgada sobre un mito de la literatura que, al igual que “La vida privada de Sherlock Holmes”, nos presenta un detective algo distinto al que está arraigado en el imaginario colectivo. Aunque es evidente que Bill Condon no tiene la maestría de Billy Wilder, su película emana buen gusto y respeto por el personaje. Su guion es irregular pero disfrutar de Ian McKellen en uno de sus mejores papeles hace que te olvides de los fallos del film.
Sinopsis de ‘Mr. Holmes’ (2015)
Sherlock Holmes vive sus últimos años de vida retirado en una granja de Sussex. Con 93 años a sus espaldas, la memoria le empieza a fallar y el otrora brillante detective tiene que resolver el caso más importante de su vida, recordar por qué se retiró.