El desgastado género zombie regresa con una película que intenta resultar un soplo de aire fresco, ‘Melanie. The girl with all the gifts’. Su originalidad toma referentes externos que tiran por tierra sus virtudes.
Crítica Melanie. The Girl with All the Gifts
El Reino Unido se ha caracterizado en el pasado por ofrecer buenas películas sobre el tan manido género de los zombies. A la agotada fórmula de la televisiva “The walking dead” hay que sumar videojuegos, novelas y sagas que capitulan como “Resident Evil”. Melanie. The girl with all the gifts se presentaba como un soplo de aire fresco dentro de un estilo que más allá de “Train to Busan” poco tiene que ofrecernos en la actualidad. El resultado es una decepción que basa sus errores en recurrir a referentes en ocasiones demasiado cercanos.
Melanie es una híbrida a medio camino entre el humano y el zombie. Una condición provocada por un virus que transmite un hongo. Su estado genera el interés de un grupo de científicos para encontrar una cura. Este argumento nos remite directamente a una de las últimas obras maestras del mundo del videojuego, “The last of us”, con el que comparte un más que parecido punto de partida. Pero el símil no solo se queda en el meramente literario, ya que la estética de los paisaje apocalípticos, plagados de vegetación, parecen un intento de adaptación cinematográfica no oficial del original de Naughty Dog. A través del metraje también podemos ver referencias a la novela fundacional del género, “El día de los trífidos” de John Wyndham, o hacía el final del relato un recordatorio de la terrorífica “¿Quién puede matar a un niño?” de Chicho Ibáñez Serrador. El uso de referentes no debería ser motivo de crítica, menos aun cuando el periodo posmoderno parece haber desembocado en la hipermodernidad o ultramodernidad, pero este intertexto que aquí se utiliza, resulta un pastiche muy poco camuflado que evidencia una falta de ideas alarmante ante un high concept que no es tal.
Lo más curioso del film puede que sea, por inverosímil, la aparición de Glenn Close como científica de apariencia militar que no duda en utilizar la violencia; sin duda lo más destacable del conjunto. También encontramos caras conocidas como la de Gemma Arterton en un papel más alejado de lo que nos tiene acostumbrados. El mérito del film se lo lleva la joven Sennia Nanua que lleva todo el peso del relato como absoluta protagonista, y que supone un descubrimiento a tener en cuenta en futuros proyectos.
Técnicamente la película cumple las expectativas a pesar de no contar con un gran presupuesto, apostando por un diseño de producción interesante, a pesar de ser deudor de los referentes antes descritos. La banda sonora no pasa desapercibida, con un leit motiv algo tétrico que se mantiene en el recuerdo.
Melanie. The girl with all the gifts es una película entretenida que hará las delicias de los fans del género, a pesar de sus conflictos estilísticos y temáticos, que pueden percibirse como un soplo de aire fresco en un tema tan encorsetado; aunque para el espectador más experimentado resulte un envoltorio que esconde más de lo mismo. Sin embargo, temas de plena actualidad planean en un subtexto que puede quedar enterrado por su propia naturaleza de cine fantástico.
