Llega a España una nueva aventura de la serie japonesa que se popularizó en los años 80; pasada por los filtros de la animación CGI y adaptándola a los nuevos tiempos, pero conservando sus signos de identidad. Los nostálgicos estamos de enhorabuena con “Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario”.
Sinopsis de “Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario”
Saori Kido, una joven con misteriosos poderes, descubre ser la reencarnación de la diosa Atenea, la cual está siendo suplantada en el Santuario, arropada por el malvado Patriarca. Saori, guiada por la compañía de Caballeros de Bronce, encabezados por Seiya, tendrá que cumplir su destino y reinar derrocando a sus enemigos.
Crítica de “Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario”
Cuando los cineastas se enfrentan a un producto como este se plantean a una diatriba, crear una película por y para los fans, o llegar a todo el público posible. El director Keiichi Sato, y su equipo, se decantan por ambas opciones, con una historia que puede servir de origen y explicación para los neófitos y a la vez contentar a los que conocen de sobra a los caballeros de armaduras brillantes, los más que famosos “Los Caballeros del Zodiaco”.
La nueva animación, trabajada y resultona, da una nueva perspectiva a la serie de televisión de la que se cumplen ahora 25 años, algo que podría molestar a los fans más nostálgicos -quien lo sea- pero que le sienta de maravilla a los personajes, con un fotorrealismo en los paisajes que contrasta con el diseño anime de los personajes.
La historia propuesta en el guion de Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario es sencilla y efectiva, con una presentación breve para llevarnos a lo que interesa: la acción. A partir de ese momento, comienzan a sucederse una serie de enfrentamientos que se asemejan a los niveles de un videojuego, aumentando su dificultad hasta llegar al Final Boss, pelea que hace sudar a los héroes, y cinemática final. Ese podría ser el resumen de la cinta, que debido a su planteamiento, puede resultar tediosa y aburrida en su segundo acto.
Quizá, alguien que no conozca el material original espere una historia distinta, pero esta no puede ser más tópica en lo que al anime japonés se refiere; peleas, posturas de artes marciales, criaturas gigantes, gritos de guerra e invocaciones relacionadas con animales y morphings son los ingredientes básicos que hicieron famosa a la serie de los 80 y a muchas otras. Tampoco escapa de lo común el humor nipón, personificado en el Caballero de Cáncer y los jóvenes Caballeros de Bronce, inadecuado dentro de la épica pero al que nunca renuncian los asiáticos.
