Lío en Broadway nos devuelve a las comedias de screwball típicas de los años 30 y 40. Buen gusto y aplaudida interpretación que no terminan de brillar al dejar entrever un guión bastante flojo.
Sinopsis ‘Lío en Broadway’
Mediante una personal entrevista a la actriz Isabella Patterson (Imogen Poots) conoceremos sus comienzos y cómo llegó a protagonizar una obra teatral en Broadway. ¿Su anterior profesión? Prostituta. Gracias a ello, y durante uno de sus nocturnos trabajos, conoce al afamado director Arnold Albertson (Owen Wilson). Al finalizar la velada el director cae rendido a los encantos de la joven y decide regalarle 30.000€ a cambio de que deje su trabajo y persiga su sueño de ser actriz.
Crítica ‘Lío en Broadway’
Con Lío en Broadway nos encontramos sumergidos por completo en un nostálgico viaje cinéfilo a los años 30 y 40 donde reinaba en la cartelera un género denominadoscrewball comedy. Aquellas comedias de antaño caracterizadas por tener siempre un personaje principal femenino que ponía “patas arriba” toda la trama de la película sumergiendo al resto de sus personajes en ridículos enredos, principalmente amorosos. Pues bien ¿funcionará dicho género en la actualidad tal y como se concibió en sus orígenes?
Ese será el principal problema del regreso a la gran pantalla, tras 13 años inactivo en lo que respecta a largometrajes de ficción, del director Peter Bogdanovich. Y es que lamentablemente el público potencial de Lío en Broadway ya no existe o no suele acudir a las salas, y los amantes de la comedia actual encontrarán esta cinta algo sosa e incluso aburrida: lo que hacía gracia en las comedias de enredos de aquella época ha quedado evidentemente superado con el paso de los años. Ahora, este tipo de cintas, dejan en el espectador un grato sabor nostálgico pero es evidente que no aportan nada nuevo.
Lío en Broadway recuerda en gran manera a un clásico de la cinematografía de Bogdanovich, ‘¡Qué ruina de función! (1992), pero también tiene mucho de la comedia más típica de Woody Allen. Durante la cinta disfrutaremos de absurdas situaciones, “líos de faldas”, bofetadas, diálogos atropellados y continuas entradas y salidas precipitadas de habitaciones -con portazos incluidos-… todo ello acompañado de cierto toque teatral inherente en muchas de las películas del director -los escenarios teatrales son homenajeados esta vez durante los ensayos de la joven promesa a actriz-. Pese a que la película no sorprenda o termine deslumbrar, no se puede negar que en esta comedia todos los elementos que la componen están magníficamente bien orquestados y plasmados bajo un exquisito buen gusto (se notan los años de dirección a las espaldas), además de contar con una sobresaliente actuación: no se podría esperar menos de nombres tan consagrados en comedia como Owen Wilson y Jennifer Aniston, que una vez más no decepcionan ni un ápice.
Entonces ¿qué falla en el resultado final de Lío en Broadway? Sin duda el guión, alargando una trama que no da para más y que llega a provocar cierto sopor en el espectador. Podemos enredar todo lo que queramos dicha trama pero al menos las situaciones provocadas deberían ser lo suficientemente absurdas y alocadas -siempre acompañadas de diálogos ágiles y brillantes- como para que los minutos corran a ritmo de carcajadas.
