‘La casa de la esperanza’, dirigida por la neozelandesa Niki Caro, adapta al cine la exitosa novela de Diane Ackerman. Protagonizada por una Jessica Chastain que vuelve a meterse en la piel de una mujer fuerte, valiente y decidida, capaz de esconder y salvar la vida de cientos de judíos durante la ocupación nazi de Varsovia.
Crítica de la película “La casa de la esperanza”
La película de La casa de la esperanza, una apuesta personal de la actriz Jessica Chastain, llega a los cines para contarnos la sorprendente historia real de una mujer que logró dar cobijo y una posterior vía de escape a cientos de judíos que llegaban a Varsovia huyendo de la barbarie nazi. De ahí su título, pues los sótanos de la casa de su protagonista, Antonina Zabinska, sirvieron para salvar cientos de vidas, unas vidas destinadas a pasar sus últimas horas en una campo de exterminio. Un canto al feminismo y un pequeño homenaje a todas aquellas mujeres fuertes e inteligentes que luchan en la vida sin tener que bajarse de sus zapatos de tacón.
La cinta nos sitúa en Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Allí el matrimonio formado por Jan Zabinski (Johan Heldenbergh) y su mujer Antonina (Jessica Chastain) son los encargados de cuidar y velar por el precioso zoo de la ciudad, pero la ocupación del territorio por parte de los nazis destruirá todo su mundo. El zoo será bombardeado sin piedad, matando a casi todos los animales y reduciendo sus instalaciones a ruinas. Tras ese fatídico momento el matrimonio vivirá a expensas de los trabajos encargados por los soldados nazis. Pero Antonina no soportará la idea de ver como una amiga suya judía pueda ser descubierta e enviada a un campo de concentración, por lo que no dudará en esconderla en el sótano de su casa. Y desde ese mismo momento su sótano se convertirá en la casa de todos aquellos judíos que acudan pidiendo auxilio.
Niki Caro (En tierra de hombres) dirige la cinta tomando prestada la exitosa novela ‘La casa de la buena estrella’ de Diane Ackerman, que basó su historia en los propios diaros encontrados de Antonina Zabinski. Pero lamentablemente, pese a encontrarnos ante una historia real, de realidad encontraremos más bien poco. Y es que la propuesta de Caro carece de cualquier atisbo de crudeza, primando lo estético y lo correcto a la violencia propia de la ocupación nazi. Un auténtico fracaso a la hora de ilustrar lo que sucedió durante la Segunda Guerra Mundial y, más concretamente, nada más lejos de la realidad de lo que pudieron vivir los miembros de dicha familia que literalmente arriesgaron sus vidas por salvar las de otros seres humanos inocentes. Una película estéticamente y fotográficamente más que notable (atención especial merece el arranque de la cinta con los planos de Chastain paseándose por el zoo con sus queridos animales), pero que emocionalmente nos dejará vacíos pese a la dureza de la historia que narra.
Ni siquiera la actriz Jessica Chastain, protagonista absoluta de la película -y esta vez también productora-, logra salvar a la cinta de terminar resultando indiferente a los ojos del espectador. La presencia de una siempre convincente Chastain no será suficiente para dotar de fuerza y emoción al relato, y aunque cumple ante la cámara en esta ocasión no logra lucirse como debiera. Un melodrama más propio de telefilm de sobremesa que de una actriz de la categoría de la estadounidense, la cual hace poco más de un mes visitaba nuestro país para presentarnos una interesante ‘El caso Sloane‘.