Crítica de Jóvenes altezas, la temporada 1 de la serie sueca de Netflix ha sido capaz de entusiasmar a su fandom, pero resulta fría para el resto de los espectadores. Este drama juvenil, contado a lo largo de seis episodios, tendrá su continuación en una segunda temporada, de la que acaba de empezar el rodaje. Comparada con uno de los mayores éxitos de la plataforma ‘Élite’ ¿estará a la altura de su predecesora?
Sinopsis
Los reyes de Suecia mandan a su hijo a un internado de élite después de que la líe en una discoteca. Esperan que ahí, Wilhelm madure y acate su compromiso con la realeza, pero él ansía ser como cualquier adolescente normal y corriente. Pronto se enamorará de Simon, un compañero que viene de familia humilde y que le hará conocer otro estilo de vida.
Cuando Wilhelm se adapta a su nuevo día a día, ocurre la tragedia: su hermano mayor fallece en un accidente y Wilhelm pasa a ser el heredero al trono. Desde entonces, el futuro rey de Suecia queda atrapado entre el amor imposible con Simon, las fiestas de su primo August y el sentido del deber de la monarquía conservadora.
Crítica de la serie Jóvenes altezas de Netflix
La serie Jóvenes altezas, protagonizada por Edvin Ryding y el cantante Omar Rudberg, alcanzó un éxito notable cuando se coló en el top 10 en su estreno en el verano de 2021. Lo logró gracias a su fandom, compuesto de adolescentes y jóvenes de toda Europa, a pesar de no innovar en los temas que suele tratar el drama juvenil. Algunos de estos temas son: el paso a la edad adulta, el primer amor, la homosexualidad en un ambiente conservador, la familia, las diferencias entre clases sociales y la adicción a los medicamentos.
La serie es una creación de Lisa Ambjörn (que también lidera el equipo de guion) junto a Lars Beckung y Camilla Holter; y cuenta con la dirección, tres capítulos cada una, de Erika Calmeyer y Rojda Sekersöz.
Entre dos mundos
Netflix describió la serie Jóvenes altezas como una mezcla entre The Crown y Élite, sin embargo, no encuentra una concordancia entre estos dos estilos ni llega a tener un tono propio que la caracterice. El diseño de producción no marca una línea bien definida en la estética, el arte y la edición de la serie.
Los exteriores muestran ostentación: practican remo en lagos paradisiacos, recorren en moto las mejores ubicaciones de Estocolmo y el internado Hillerska es una mansión de fachada decimonónica. En cambio, de puertas para dentro, es como si se les hubiese acabado el presupuesto. Las aulas, más que de un internado elitista, parecen las de una FP de turismo y comercio; la sala de estudio es un pasillo ocupado por las taquillas y al futuro rey de la nación lo meten en un cuartucho a dormir en una cama de metro ochenta.
En cuanto a la edición, busca un estilo pop que le aporte dinamismo, algo similar a lo que hacía la noruega SKAM, pero en esta ocasión, cada elemento de postproducción es un pegote que resulta extraño y artificial.
El reparto de la serie Jóvenes altezas
Lo mejor de la serie Jóvenes altezas de Netflix es la química que surge entre los protagonistas, y que se palpa en cada secuencia en la que coinciden. Wilhelm (Edvin Ryding) es un personaje un poco simple. A pesar de toda la complejidad que podría tener, tan solo es un adolescente con el espíritu de Lady Di que intenta encontrarse en un mundo al que cree que no pertenece. En cambio, Simon está mejor elaborado gracias a la historia familiar con su madre y su hermana, y a la particular relación con su padre. Omar Rudberg interpreta a la perfección a este adolescente decidido y osado, capaz de enfrentarse a aquellos que están por encima de él, pero que se esconde ante cualquier inconveniente en el amor.
Las subtramas con los secundarios le quitan ritmo al desarrollo de la historia, por no hablar de que algunos de los actores que los interpretan tienen el carisma de una piedra. Entre un reparto de desconocidos para el gran público, destaca la mala elección de Malte Gardinger para hacer de August, el primo de Wilhelm, ya que es un personaje con mucho peso en la serie, pero su interpretación no parece creíble en ningún momento.
Opinión final de la serie Jóvenes altezas de Netflix
Netflix buscaba un producto con la calidad de The Crown, la personalidad de SKAM y la popularidad de Élite, pero no ha conseguido ninguno de estos tres objetivos. Sin embargo, el resultado final de serie Jóvenes altezases una serie correcta y ligera, con dos protagonistas que dan la talla y a la que no le cuesta encontrar su público.
Toda la trama principal, la lucha interna de Wilhelm por decantarse entre el amor o su familia, fluye con naturalidad hasta su desenlace. En cambio, este final es pésimo e irrelevante; nadie se acordará de las últimas dos secuencias al día siguiente de acabar la serie.
No parece culpa del equipo de guion, sino una decisión de Netflix. Las plataformas acostumbran a buscar un punto medio entre el final cerrado y la puerta a una próxima temporada, ya que no saben si renovarán aunque la serie sea un éxito. Jóvenes altezas, finalmente, sí contará con una nueva entrega, y es que el rodaje de la segunda temporada ya ha echado a andar y podrá verse a finales de 2022 o principios de 2023.
Estreno y Ficha técnica
Título original: Young Royals
Género: Drama, Homosexualidad
Sitio Oficial: Jóvenes altezas
País: Suecia
Idioma: Sueco
Fecha de estreno en España: 1 de julio de 2021 en Netflix
Productora: Nexiko AB
Distribuidora: Netflix
Duración: 6 capítulos de aprox. 43 min.
Año: 2021
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años
Ficha Artística
Dirección: Rojda Sekersöz,Erika Calmeyer
Guion: Rojda Sekersöz, Erika Calmeyer
Reparto: Edvin Ryding, Omar Rudberg, Malte Gårdinger, Frida Argento, Nikita Uggla, Pernilla August, Nathalie Varli, Felicia Truedsson, Mimmi Cyon, Ingela Olsson, Rennie Mirro, Livia Millhagen, David Lenneman