Election: La noche de las bestias (o La Purga 3), vuelve con una estructura bastante parecida a su predecesora, Anarchy. Más predecible y menos intrigante, su director y guionista James DeMonaco, consigue mantener el entretenimiento.
Sinopsis Election: La Noche de las Bestias
Election: La noche de las bestias(2013) añade un nuevo capítulo a esta fantástica saga de ficción preapocalíptica. Repite protagonista Frank Grillo, que en la anterior Anarchy(2014) interpretara a Leo Barners, un hombre deseando la venganza por la muerte de su hijo, reconvertido en máximo responsable del equipo de seguridad de la posible nueva presidenta de los EEUU (Elizabeth Mitchell). Un cargo crítico pues, por primera vez en la historia, los padres fundadores han decidido que ningún cargo político gozará de la acostumbrada inmunidad en la única noche donde hasta el asesinato es legal. La senadora Charlie Roan en su camino a la presidencia no hace más que prometer que acabará con una sangrienta noche donde únicamente se benefician las aseguradoras (a ver quién es el valiente no se fortifica en su casa durante la purga) y las personas adineradas que no quieren que sus impuestos vayan a las clases desfavorecidas. Menos pobres igual a menos gasto social. Así que sí, todo apesta a que los padres fundadores intentarán sacar de la ecuación a la senadora mientras que Leo Barners deberá emplearse para mantenerla a salvo.
Crítica Election: La Noche de las Bestias
Con un pequeño trasfondo social llevado al límite -es un hecho que la corrupción, el cohecho y las políticas anti sociales llevan al empobrecimiento de las clases más desfavorecidas- ‘Election’ se convierte en una fábula de la invisible lucha de clases. Excusa que sirve para meternos de lleno en el género de la acción bélica. Lejos queda el thriller y suspense de la primera protagonizada por Ethan Hawke. El director y guionista de toda la saga, James de Mónaco, vuelve a apostar por una historia tan próxima a la anterior entrega, Anarchy, que apenas nos veremos sorprendidos por la trama, bastante obvia y esperada. Bien es cierto que los seguidores de la saga -que viendo los datos de recaudación, se puede decir que son legión- no se sentirán defraudados -acción, balas y tarados enmascarados seguirán haciendo espectaculares apariciones estelares-, pero sin embargo aquellos que puedan esperar una vuelta de tuerca jugando con las premisas de la serie, dejarán de albergar esperanzas de descubrir nada nuevo a partir de la mitad de la película, donde la acción y los intercambios de balas se hacen dueños de la pantalla.
La saga de la purga corre el riesgo de perder los signos de identidad que la hicieron célebre en el género de horror fantástico. Desaparecen los motivos florales púrpura con los que los ciudadanos daban muestra de aprobación de la causa -menos dramatismo-, la hora de finalización del evento señalizada por una sirena también se pierde, y la urgencia por sobrevivir en una noche totalmente impredecible se desvanece a medida que más y más personajes se unen a la causa de mantener con vida a la posible futura presidenta de los EEUU. El guión vuelve a repetir una estructura clásica de las películas de acción de los 80 como Calles de Fuego (1984) en la que el protagonista forma -a su pesar o no- un grupo al que se le van uniendo distintos personajes con habilidades clave para completar el desafío -heredado del género western-. Esto unido al carácter preapocalíptico -está claro que estas películas ya reflejan un punto de inflexión del caos que podría avecinarse en un futuro no lejano- evoca ese sabor ochenteno que destilaban películas como Perseguido (1987), Robocop (1987), 1997: Rescate en Neva York (1981), Mad Max 2 (1981), donde la civilización (o parte), se había ido al garete y prácticamente todo el mundo estaba bajo una constante ola de violencia donde sobrevive el mejor armado o el más tarado.
La película vuelve a brillar en las presentaciones de aquellos personajes anónimos que enmascarados, o no, se cruzan en el camino de los protagonistas. Historias de desconocidos personajes dantescos que invitan a la imaginación del espectador a pensar sobre el posible bagaje que portan los descerebrados que se aventuran a dar caza sus víctimas. Tensión que escala cuando en algunos casos la víctima se convierte en verdugo. Son remarcables el atuendo de los llamados aquellos que practican “el turismo de violencia” -extranjeros que viajan a EEUU para pasar la noche del 22 de Marzo para disfrutar de unas sangrientas vacaciones-, con sus trajes de iconos del país -como la siniestra Estatua de la Libertad, o el caricaturesco Abraham Lincoln-, así como la jóvenes provocativas armadas con fusiles AK47 cuya aparición en la noche viene precedida de la canción “Party in The USA” de Miley Cyrus mientras que su atuendo corresponde más a la última época de la cantante.
‘Election’ por suerte se desenvuelve ágil y amena. No profundiza más que en lo evidente sobre las acciones morales propias de cada grupo de intereses -igual que hay un grupo opresor también existe una organización de resistencia-, pero no por ello llega a caer en demasía en las lecciones éticas esperadas. De hecho, lo bueno de esta saga, es que encontramos personajes independientes e impredecibles que son capaces de aplicar sus propios criterios a la hora de resolver los problemas, aportando así un grado de incertidumbre al posible desenlace de la película.
Esperemos que no se les acaben las ideas y que las productora de Michael Bay, Blumhouse, y Platinum Dunes, tengan el valor de dar rienda suelta a una trama más profunda, una acción más descerebrada, unas acciones morales totalmente reprochables, o todo ello en conjunto, en una posible secuela de tan entretenida saga. La purga, como bien dije en la primera crítica de la saga, puede dar guerra durante mucho tiempo.
Trailer Election: La Noche de las Bestias
Si estás pensando ver la película desaconsejamos enormemente la visualización del trailer.