Kevin Hart y Josh Gad se estrenan como pareja cinematográfica en la divertidamente hilarante “El gurú de las bodas”. Entretenimiento sin complejos.
El gurú de las bodas: Crítica
El eterno problema… el día de la boda. Tanto si eres el invitado como si eres el protagonista del “día más importante en la vida” de alguien, sufrirás lo indecible por diversos motivos antes de verte en esa ceremonia. El dilema que nos plantea El gurú de las bodas es el de no encontrar padrino, el cual supuestamente debería organizar tu despedida de soltero, luego acompañarte hasta el altar y más tarde leer el famoso discurso del brindis. Y es que una vez pasados los treinta y habiendo llevado una vida de lo más solitaria ¿de dónde vas a sacar a alguien que se meta en semejante jardín?
Este es el problema con el que se encuentra Doug (Josh Gad) semanas antes de casarse con la chica de sus sueños (Kaley Cuoco-Sweeting), un amor inalcanzable que no sabe muy bien cómo se hizo realidad. ¿Y cómo decirle a la preciosidad que tienes por novia que toda la vida has sido tan “rancio” que no tienes un solo amigo? Mejor te inventas uno durante años y listo. Claro, lo malo es que en algún momento tu chica lo querrá conocer y más cuando llega el día de tu boda, aquí ya no hay excusas que valgan. Este será el momento en que nuestro protagonista tenga que recurrir a los servicios de un profesional si no quiere que su prometida acabe enterándose de su penoso y solitario pasado. El mejor en este campo es sin lugar a duda Jimmy Callahan (Kevin Hart), un gran magnate del panorama nupcial, capaz de ofrecer un servicio de padrino lo más completo que puedas imaginar.
¿Qué no tienes padrino? ¡Que vergüenza! “El gurú de las bodas” no sorprende en absoluto en cuanto a guión, siguiendo la típica estructura sacada de cualquier comedia gamberra americana. Eso sí, se puede afirmar que la fórmula funciona una vez más con notable éxito bajo la dirección de Jeremy Garelick (Separados, 2006). Su fuerte será el caricaturizar todo el “show” que la sociedad se empeña en obligarnos a organizar en torno a una boda: despedidas súper locas, pedidas de mano, banquete a todo lujo, las flores de la ceremonia… una pesadilla que puede llevar a la ruptura a cualquier pareja.
Kevin Hart, Jimmy, y Josh Gad, Doug, son el verdadero motor de la cinta y claramente los culpables del buen sabor de boca que dejará en el espectador la disparatada historia de “El gurú de las bodas”. Sus tablas en la comedia son innegables y toda esa experiencia se llega a palpar en estos 100 minutos de locura, haciéndonos disfrutar de gags realmente geniales abarcando desde lo más descabellado a lo más bestia.
En definitiva, “El gurú de las bodas” es una de esas películas que consiguen hacernos desconectar unos minutos entre carcajada y carcajada de la cruda realidad. Divertidamente honesta no pretende vendernos algo que no es, simple y puro entretenimiento.