Crítica de la película ‘X-Men: Días del futuro pasado’

En ‘X-Men: Días del futuro pasado’, veremos cómo Lobezno, particular adalid del grupo mutante, intentará librar al mundo de una terrible guerra anti mutante en la que unos robots llamados “centinelas” aniquilarán a casi toda la especie. Entretenida, divertida y siempre paradójica, el director Bryan Singer saca lo mejor de la “antigua” y la nueva generación de los X-Men.

Sinopsis de X-Men: Días del futuro pasado

Cartel de la película X-Men: Días del futuro pasado
Cartel de la película X-Men: Días del futuro pasado

Año 2023: La humanidad está en guerra contra los mutantes y las consecuencias son devastadoras para todo el mundo. Muerte y destrucción por doquier, los humanos se escudan tras unos titánicos robots llamados “Centinelas” capaces de detectar y destruir a los pocos mutantes que no han sido aniquilados o hacinados en campos de concentración.

Los diezmados mutantes sobreviven en pequeños grupos aislados ocultos en los lugares más recónditos de la tierra siempre alertas para huir de los invulnerables Centinelas. Uno de estos grupos, tiene una particular forma de sobrevivir, pues uno de sus miembros Kitty Pryde (Ellen Page), puede enviar la conciencia de otra persona al pasado para avisar cuándo será el próximo ataque de los centinelas y lograr escapar antes.

El Profesor X (Patrick Stewart) y Magneto (Ian McKellen), unidos por la adversidad, creen que la única manera de prevenir el oscuro presente es volver al pasado para evitar que Mística (Jennifer Lawrence), mal influenciada por el antiguo Magneto (Michael Fassbender) que en el futuro será conocido como Magneto, cometa una serie de acciones que desemboquen en la animadversión y odio de los humanos hacia los mutantes, fruto del cual nacerá el temido proyecto “Centinela” del científico Bolivar Trask (Peter Dinklage).

El único mutante capaz de aguantar un viaje en el tiempo hasta 1974, época en la que se sabe con certeza dónde y cuándo Mistica cometerá el acto definitivo que condenará a los mutantes, es Lobezno (Hugh Jackman), quien se las deberá apañar para convencer al líder de los X-Men Charles Xavier (James McAvoy), y al radical, impetuoso y archienemigo de los X-Men Magneto aun conocido como Erik Lehnsherr, de que la supervivencia mundial, depende de la colaboración de ambos para evitar la catástrofe.

Crítica de X-Men: Días del futuro pasado

Bryan Singer dirige una de las tramas más aclamadas de los X-men: Días del futuro pasado, un cómic que vio la luz en 1981. La historia es básicamente la misma que aparece en la película y todo lo que ha sido cambiado se ha hecho en virtud de la coherencia cinematográfica y a favor del personaje más carismático del grupo, Lobezno sustituyendo a la conciencia de Kitty Pryde que era quien viajaba, gracias a los poderes psíquicos de Rachel para avisar al resto del negro futuro que se les avecina. Precisamente, este último personaje ha sido sustituido por la misma Kitty Pryde que será la encargada de hacer viajar la conciencia de Lobezno. Este tipo de poder, el de enviar conciencias al pasado, y ciertas ideas que aparecen en el comic, podrían estar inspirado en la novela del famoso Philip K. Dick, Ubik, publicada en 1969, donde aparecía un personaje que podía cambiar el presente concentrándose en sus recuerdos para imaginar que el pasado había sucedido de una manera diferente. Otro tipo de viaje de conciencia.

Peter Dinklage interpreta a el Dr. Bolivar Trask
Peter Dinklage interpreta a el Dr. Bolivar Trask

A pesar de que ‘X-Men: Días del futuro pasado’, es una de las producciones más entretenidas, atractivas y visualmente impresionantes de la cartelera (con permiso de Godzilla, claro), vuelve a contar una historia que de una forma u otra ya ha sido tratada en las otras entregas de esta misma saga: La incompatibilidad de convivencia entre los seres humanos y los mutantes. El genocidio, la intolerancia, el racismo… y el tema que a priori parecía que iba a hacerla diferente, la inesperada unión del grupo de villanos con el de los héroes, no queda suficientemente explotada en el guión ya que todo nos viene dado en el futuro y en el pasado, las consecuencias de la resolución de la película no quedan muy claras. Aun así, el guión de Simon Kinberg (Sherlock Holmes, X-Men:La decisión final)se mantiene firme y coherente a pesar de tanta paradoja espacio temporal, sin que en ningún momento deje entrever o anticipar qué caminos tomarán los protagonistas para resolver el conflicto con el que cada cual tiene que lidiar antes de poder cooperar como grupo. Pero, a pesar del esfuerzo, y debido a que todos conocemos el tipo argumental de este género, el final nunca podrá ser muy sorprendente.

Crítica X-Men Dias del futuro pasado (17)
Lobezno (Hugh Jackman), Bestia (Nicholas Hoult) y Michael Fassbender (Erik Lehnsherr)

No obstante, estamos ante una película, o más bien, volvemos a estar ante una saga, la de los X-Men, que cuentan con un nivel de calidad muy por encima de la media de las películas de este tipo. Por algún motivo, siempre que reúnen a la patrulla X, ya sea en La Primera Generación, o en las originales, lo hacen bajo una trama y un argumento que puede gustar más o menos, pero que no suele decepcionar a nadie, en contra de lo que suele ocurrir cuando el personaje más interesante y ambiguo, Lobezno, hace sus spin of.

Trailer de X-Men: Días del futuro pasado

DIRECCIÓN
9
GUIÓN
6
INTERPRETACIÓN
9
EFECTOS VISUALES
10
LO BUENO
Mantiene un nivel más que notable.
El guión no es predecible y mantiene expectante a la audiencia
La interpretación de todos los actores es clave para creerse a estos peculiares seres.
LO MALO
Aunque parece que va a desarrollar nuevos conflictos, acaba por volver a centrarse en temas que ya hemos podido ver en la saga.
8