Miles Teller y J.K. Simmons en una escena de "Whiplash"
Miles Teller y J.K. Simmons en una escena de "Whiplash"

Crítica de “Whiplash”: Duelo y juego interpretativo con música de por medio

Según se acerca la ansiada fecha de los Oscar la cartelera se vuelve más interesante. Este fin de semana llega la elogiada “Whiplash”, una cinta musical que con el transfondo del jazz nos regalará una de las mejores interpretaciones de los últimos años.

Sinopsis de “Whiplash” de Damien Chazelle

Un joven músico que persigue un sueño, ser el mejor batería de jazz del mundo, tendrá que enfrentarse al profesor de orquesta más implacable de su escuela. Pero por mucho que el joven Andrew Neyman (Milles Teller) se esfuerce, su instructor Terrence Fletcher (J.K. Simmons) siempre le exige más, nunca es suficiente para llegar a convertirse en un genio. Sin embargo, ese juego de humillaciones mutuas entre pupilo y maestro pondrá en entredicho si vale la pena sacrificarse tanto por algo tan inalcanzable.

Whiplash - Cartel
Whiplash – Cartel

Crítica de “Whiplash” de Damien Chazelle

“Whiplash” es magia pura, uno de esos films que te enganchan desde el principio. El crescendo de la película es de los mejores ritmos y tempos que recuerdo en un filme de estas características. Es impresionante como, poco a poco, la trama nos va envolviendo a través de pequeños giros argumentales que se suceden uno detrás de otro hasta llegar a un final inmenso.

Miles Teller en una escena de "Whiplash"
Miles Teller en una escena de “Whiplash”

El juego narrativo que nos propone Damien Chazelle (también guionista de la película) en “Whiplash” es el del “todo vale” con tal de conseguir nuestro propósito, nuestro sueño, esa meta a la que solo unos poco elegidos pueden llegar. Y ahí entra por parte del alumno: el sacrificio, el esfuerzo personal e individual, el dejar a un lado una vida normal, familia, amigos, novia, diversión… Y por parte del profesor: los abusos, la humillación, los excesos de una implacable manera de formar y crear futuros talentos internacionales. Aunque la película tiene elementos violentísimos que pueden generar rechazo, el director muy sabiamente, introduce algunos pasajes cómicos con los que justamente consigue el efecto contrario, que cada vez nos encontremos más metidos en la historia y más interesados por esos peculiares personajes.

J.K. Simmons en una escena de "Whiplash"
J.K. Simmons en una escena de “Whiplash”

Durante todo el metraje, tanto el joven actor Milles Teller como el más maduro J.K. Simmons, mantienen un pulso interpretativo brutal que acaba en unas últimas secuencias en las que los dos actores subliman su excelente trabajo a un clímax sin precedentes. El personaje de J.K. Simmons es como si cogiéramos al sargento de “La chaqueta metálica” pero le diéramos un aire refinado e intelectual. El trabajo que realiza está lleno de matices interpretativos y nos regala a uno de los mejores personajes de los últimos años, merecidísimo Globo de Oro para el actor. Pero no nos olvidemos del personaje que interpreta Teller, como lo va llevando hacia lugares insospechados, como va mutando en un viaje en el que el propio personaje pasa de ser el humillado al humillador. Y esos gestos y/o gestualización a la batería, impresionante. Un enorme trabajo, no sería de extrañar que acabe recogiendo algún premio también.

Miles Teller y J.K. Simmons en una escena de "Whiplash"
Miles Teller y J.K. Simmons en una escena de “Whiplash”

Un apabullante aplauso para un film que se aleja de ñoñerías tipo “El club de los poetas muertos” o “El indomable Wil Hunting”. Y, sobre todo, recuerden que aunque “Whiplash” es una película en la que se habla y se escucha jazz hay muchísimo más en ella, que ese elemento no se convierta en la causa de no ir a verla.

Trailer de “Whiplash” de Damien Chazelle

DIRECCIÓN
9
GUION
9.5
INTERPRETACIÓN
9
MÚSICA
9
Reseña de lectores12 Votos
7.7
LO BUENO
Interpretaciones sublimes.
Un clímax inolvidable.
Si te gusta el jazz te encantará y te emocionará. Si no te gusta, también.
LO MALO
Que a mucha gente le eche para atrás lo del jazz.
9.1